La impronta dejada por el presidente de República Dominicana en la III Cumbre UE-CELAC demostró cómo los resultados positivos de la gestión de Abinader han colocado al país en una situación de liderazgo geopolítico histórico
La participación de Luis Abinader en la III Cumbre UE-CELAC ha sido determinante, sobre todo porque los temas acordados en la resolución final de este foro multilateral coinciden con la agenda de gobierno del presidente dominicano, tanto la que ya ha implementado como la que aplicará en el próximo año. Esto demuestra, principalmente, que Abinader era la persona que República Dominicana necesitaba para que el país alcanzara cotas de representatividad internacional inéditas hasta el momento.
Esta importancia geopolítica global obtenida desde agosto de 2020 no pudo ser alcanzada durante los años de gobierno de Leonel Fernández, el hombre que afirma tener todas las soluciones pero que cuando gobernó sólo generó problemas.
Uno de los temas que se trató en la Cumbre fue la situación de Haití que Abinader, sin tapujos, calificó ante sus homólogos europeos y latinoamericanos como de urgencia, no solamente para la región, sino para todo el mundo y reiteró que todos los países y la comunidad internacional pueden cansarse de los problemas haitianos, pero que la República Dominicana no puede hacerlo.
La respuesta de la Unión Europea fue hacer suyas las palabras de Abinader. En concreto, el organismo europeo liberó una financiación de emergencia de 10 millones de euros para responder al aumento sin precedentes de las necesidades humanitarias en Haití.
Abinader mantuvo reuniones y encuentros, en igualdad de condiciones, con líderes de potencias económicas como Francia y España, Emmanuel Macron y Pedro Sánchez, además de con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo de la Unión, Charles Michel. Hay que poner en valor el hecho de que el presidente francés fuera el que tomara la iniciativa a la hora de buscar a Abinader, lo que supone un símbolo de la importancia internacional que tiene el Jefe de Estado dominicano.
Von der Leyen fue quien, precisamente, señaló la importancia que República Dominicana ha adquirido desde agosto de 2020 en el ámbito internacional al afirmar que el país es «el mayor socio comercial de la UE en el Caribe. Le aseguré a Luis Abinader nuestro apoyo a una transición verde que beneficie a todos. Global Gateway está listo para entregar inversiones para infraestructura vital».
El hecho de ser el principal socio comercial de la UE no impidió a Abinader a que mostrara que los beneficios obtenidos por las inversiones deben dedicarse a luchar contra la desigualdad y la pobreza.
Abinader mostró ante las potencias europeas y latinoamericanas que su visión del gobernante está focalizada en solucionar las problemáticas de toda la ciudadanía, priorizando las necesidades de los más vulnerables, es decir, intentando equilibrar más la balanza de una sociedad en la que la desigualdad se ha convertido en sistémica.
Por eso, durante su discurso en la Cumbre, Abinader fue contundente al afirmar que había que abordar juntos los desafíos de la pobreza persistente y la desigualdad. Además, señaló que había que tomar medidas que fomenten el empoderamiento económico y político de las mujeres.
En ambos sentidos, el presidente dominicano reiteró que se debe prestar especial atención a la participación y contribución de las mujeres al desarrollo económico, así como a la participación de los sectores más desfavorecidos.
La frase que enmarcaba todo ese discurso fue «Nadie puede quedar al margen». Estas palabras resumen a la perfección, no sólo el cambio que se ha implementado en República Dominicana, sino la estrategia internacional de Abinader en la que postula que los beneficios deben repercutir a todos, focalizando la acción de gobierno hacia los más vulnerables.
Intensa agenda internacional
Además de las fructíferas reuniones con Macron, Sánchez, Michel y Von der Leyen, Luis Abinader mantuvo encuentros bilaterales con el primer ministro jamaicano Andrew Holmes y la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mattley. Con ambos trató sobre el fortalecimiento de las relaciones bilaterales y de cooperación mutua.
Muy importante fue la reunión mantenida con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, con quien trató temas económicos que supondrán importantes beneficios para la República Dominicana.
Esta intensa agenda y su participación en la Cumbre demuestran cómo Abinader está absolutamente comprometido en impulsar el desarrollo y el progreso de la República Dominicana, un compromiso que se forja en hechos.
Abinader, siempre con la diáspora
Y, cómo no, Abinader no podía olvidarse de la diáspora, de los dominicanos que viven fuera de su país. En este caso, y en medio de una apretadísima agenda, el presidente de República Dominicana mantuvo una extensa reunión con sus compatriotas que viven en Bélgica.
Desde que Abinader llegó al poder la diáspora dominicana en Europa es vista por los gobiernos de la Unión, como España, Francia, Bélgica, Alemania, Italia, etc. con más respeto. La calidad profesional, identidad, con el ingente apoyo del presidente dominicano, hace que la diáspora esté situada en la UE en condiciones de una mayor igualdad, además de servir como modelo real de inmigrantes responsables porque demuestra que su función es trabajar con ética, con responsabilidad y objetivos claros, ya que disponen, por primera vez en la historia, de una nación que avanza social, política y económicamente con calidad democrática. Todo esto les ofrece, siempre con Abinader, un país para que puedan volver cuando consideren sus objetivos cumplidos, sin duda, con las bases de identidad pueblo que igualmente permitirán a los países receptores acoger a nuevas generaciones de dominicanos y dominicanas que decidan formarse y trabajar en Europa.
Allí, en Bruselas, más de un centenar de dominicanos y dominicanas pudieron conversar con su presidente, hacerle extensivas sus peticiones y demandas, las cuales fueron recogidas por Abinader tras recibir el cariño de quienes tuvieron que abandonar su país y que ahora son uno de los pilares económicos de República Dominicana.
Allá donde va Abinader, la diáspora puede estar segura que el presidente hará un hueco en su agenda o, más bien, a la hora de confeccionar la misma tendrá un espacio ya dedicado y sobre el que orbitarán el resto de compromisos porque la diáspora es pueblo y Luis Abinader es el presidente del pueblo.
La acogida que la Unión Europea ha dado a Luis Abinader puede suponer, además, que la UE esté valorando muy seriamente una modificación de las condiciones de acceso, de visas, para que los ciudadanos dominicanos tengan mayores facilidades para acceder al territorio de la Unión. Esto sólo puede lograrse cuando detrás hay unos dirigentes responsables, con Abinader como líder y estratega, que, en la situación global actual, han conseguido aplicar un cambio radical que ha dado las mayores cifras de crecimiento y estabilidad económica, hecho fundamental para la atracción de inversiones en todos los sectores que, finalmente, generan empleo para la ciudadanía y seguridad para los países y empresas inversoras. Nada es casualidad, sino el fruto de un trabajo efectivo que no puede ser destruido por el populismo y el cortoplacismo.
Con información de Diario16.