Santiago. – Con una inversión de siete millones de pesos, el alcalde Abel Martínez hizo entrega de una calle en hormigón construida en la comunidad Arroyo Hondo Abajo, una importante obra que deja atrás la permanente polvareda en ese sector y que se convertía en un lodazal en tiempos de lluvias.
El alcalde Abel Martínez, en compañía de la vice alcaldesa Leonela Massiel Espinal, los regidores, Bray Vargas y Engels de Jesús, así como de otros funcionarios de su gestión, expresó su regocijo de poder entregar dicha obra y que con la importante obra se demuestra que sigue trabajando para llevar soluciones a comunidades que se mantuvieron marginadas y que hoy alcanzan el presupuesto municipal.
“Bueno esto es otra muestra de que lo que se promete, se cumple y lo más importante es ponerse en la ropa de ustedes, que en verdad son quienes tenían que pasar por las penurias de vivir en un callejón, con yerbas, arrabalizado, una polvareda permanente y que cuando llovía se convertía en un lodazal y esta comunidad es de gente buena y laboriosa, así que disfruten su obra”, dijo Abel Martínez.
El ejecutivo municipal, recordó la situación de abandono en que vivió Santiago y que, con el trabajo y esfuerzo, hoy es una ciudad limpia, organizada, con una gestión transparente que ha venido entregando más de cuatrocientas nuevas obras, lo que se traduce en un promedio de cinco obras por mes.
“Hemos entregado más de cuatrocientas obras en favor de diversas comunidades del municipio de Santiago, un promedio de más de cinco obras cada mes y esa es una muestra clara de que los recursos han sido invertidos para resolver los problemas de las comunidades santiagueras”, aseguró Abel Martínez.
La señora Juana Arias, presidente de la junta de vecinos de Arroyo Hondo Abajo, quien habló a nombre de los comunitarios de la zona, agradeció al alcalde Abel Martínez, por construirle su calle, ya que durante muchos años ningún alcalde había atendido sus reclamos y aseguró que tuvieron que pasar mil vicisitudes.
Para la ejecución del proyecto, se realizó una limpieza en toda el área intervenida, que hoy se convirtió en una calle con un vaciado en hormigón de 300 metros lineales con malla electrosoldada, se construyó un nuevo badén y para embellecimiento del área se colocaron piedras decorativas, además de que la calle fue completamente señalizada.