La ONG Española, Justicia Alimentaria con el financiamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, AECID, anuncia el inicio del programa a 4 años por 3.0 millones de euros.
Dicho programa, ejecutará en 67 comunidades de las provincias fronterizas Elías Piña, Independencia, Bahoruco, Barahona y Azua. Beneficiará en forma directa 1500 familias y 7500 personas. También, impulsará sistemas alimentarios sostenibles y resilientes al cambio climático, derecho a la alimentación de la población rural, fomentando medios de vida sostenibles, oportunidades económicas diversificadas e inclusivas.
Este programa se implementará con las organizaciones locales: Centro de Promoción Campesina, LEMBA, Federación Campesinos Independientes Mamá Tingó, FECAINMAT, Iniciativa Solidaria, ISOL, Confederación Nacional de Mujeres del Campo y el Centro de Solidaridad para para el Desarrollo de la Mujer, Ce-Mujer.
El propósito fundamental del programa, es desarrollar medios de vida sostenibles de las familias campesinas en las referidas comunidades rurales, adaptadas a los choques del cambio climático, con enfoque género, bajo sistemas de producción agroecológica y buenas prácticas agrícolas.
Con el mismo, se impactará en la recuperación de ecosistemas rurales y su resiliencia; la seguridad, soberanía alimentaria y nutricional bajo el enfoque de cadena de valor y género, y las capacidades de incidencia del campesinado para demandar sus derechos a la alimentación y a una vida digna.
En ese mismo orden, se incorpora un componente para la estabilización de ecosistemas para proteger cuencas hidrográficas fomentando y conservando fauna y flora, suelos, agua y capacidades comunitarias e institucionales para el manejo racional de esos recursos.
También, se impulsará la mejora de la soberanía, seguridad alimentaria y nutricional de los productores-as y familiares bajo el enfoque de cadena de valor y género, apoyando la diversificación productiva, recuperación de materiales de siembra nativos y adaptables a las condiciones locales, las buenas prácticas agrícolas, agregado de valor a la producción primaria, mejora de los sistemas de comercialización y un importante componte de capacitación, asistencia técnica y de multiplicación de experiencias entre la propia población meta.
Las organizaciones campesinas beneficiarias verán aumentada su capacidad para formular propuestas, aumentar sus conocimientos y capacidades sobre los derechos de la población campesina y las organizaciones para exigir, negociar y asumir corresponsabilidades en procura del desarrollo de las comunidades.