Un exhaustivo análisis de la información, entrenamiento, trabajo en equipo y mantener la fe aún en medio de las situaciones más complejas y de incomunicación en medio de la selva, son parte de las experiencias vividas por militares de Colombia en la “Operación Esperanza”, para tener éxito en el rescate de cuatro niños colombianos.
Las experiencias fueron contadas por militares colombianos en el Seminario de Líderes de Fuerzas Especiales, realizado recientemente en República Dominicana, en el cual integrantes de las fuerzas especiales colombianas narraron como hallaron con vida en la selva a cuatro niños indígenas, luego de estrellarse una avioneta en mayo.
Al analizar el rol y los nuevos desafíos en medio de operaciones militares especiales SOF (Special Operations Forces por su siglas en inglés), en el marco del “Seminario de Líderes de Fuerzas Especiales: Guerra híbrida y zona gris”, organizado por el Ministerio de Defensa y el Comando Sur de los Estados Unidos de América.
Durante el evento, conferencistas como el general de brigada Pedro Sánchez del Ejército de Colombia y el sargento mayor (r) Amil Álvarez del Ejército de los Estados Unidos, compartieron sus experiencias y lecciones aprendidas durante situaciones que requirieron de intervenciones rápidas y efectivas.
Ambos conferencistas coincidieron en señalar, que la búsqueda de evidencias en medio de una densa telaraña de información en escenarios híbridos, requiere de un trabajo en equipo, para “ser útiles, no perder la razón, reemplazar capacidades innecesariamente y cumplir con los protocolo necesarios y utilizar la logística más adecuada, en medio de zonas de desastres”.
“Cuando los recursos se agotan y todo parece perdido, hay que mantener la fe”, aseguró en su disertación el general Sánchez.
En su exposición sobre el programa de desarrollo de liderazgo para suboficiales de SOF, Álvarez, señaló que “el mundo de hoy, no es como el de antes en los niveles estratégicos, operativos y tácticos, y que por tanto, se requieren de mejores entrenamientos para poder operar efectivamente”.
“Hay que ser un excelente comunicador, aplicar pensamiento estratégico, saber operar en un ambiente complejo, comprender sigilosamente los documentos de seguridad y conocer sobre la aplicación de instrumentos del poder nacional. Más allá del buen orden y la disciplina, estas cualidades deben servir como extensión del liderazgo de un comandante”, puntualizaron.
Los comandantes de las fuerzas especiales de Suramérica, Centroamérica, el Caribe y Norteamérica, presentaron las conclusiones de los grupos de trabajo con las lecciones aprendidas, luego de protagonizar operaciones realizadas en sus países.
El primer grupo, destacó como relevante el tráfico ilícito de drogas, los ciberdelitos un problema complejo ante los retos y el desafío de las operaciones que afecta a la seguridad nacional, ya que los mismos interrumpen las bases de datos, obstruyen el sistema ante el funcionamiento de los sistemas bancarios afectando financiero, que se ve en riesgo.
El segundo grupo considera que los conflictos armados, afectan la integración familiar, dejando como efecto falta de oportunidades para población, la falta de empleo, la falta de enfoque colaborativo, el intercambio de información entre países en descomposición social en la sociedad, y las dificultades para adaptarse a los nuevos tiempos, ante escenarios de terrorismo y desenfoca la parte económica colocando en riesgo la seguridad de la población.
El tercer grupo abordó el tema de la trata y el tráfico de personas, que afectan a los países, dejando un resultado de violencia ante los temas de salud mental; de igual forma, el narcotráfico, los niveles de violencia, la migración como resultado, afectan a la seguridad nacional, de los cual surge la discriminación, donde se ve involucrada la fuerza laboral productiva y genera dificultad a la sociedad.