El Observatorio Nacional para la Protección del Consumidor (ONPECO) insta a las autoridades de Salud Pública a mantener la prohibición del uso del Bromato de Potasio en el pan y la harina como una medida para salvaguardar la salud de los consumidores.
La organización de defensa de los consumidores recuerda que desde 2009 se prohibió definitivamente su uso por parte de Salud Pública, debido a que se determinó que su uso continuo contribuye al desarrollo de cáncer de tiroides y riñón.
El Bromato de Potasio está prohibido en la mayoría de los países del mundo, después de que se estableciera su vínculo con el cáncer. En Japón, se realizaron pruebas en ratas que demostraron que este aditivo ocasionaba cáncer en los riñones.
Para ONPECO, resulta una sorpresa desagradable que, a pesar de haberse eliminado su uso, no se haya mantenido la decisión oficial respaldada por los sectores involucrados en la producción de pan y harina. Esta sustancia química se añade al pan y a la harina para prolongar su durabilidad y, en el caso del pan, también para aumentar su volumen.
En 2008, los propios panaderos admitieron que añadían el aditivo sin control debido a su desconocimiento sobre el daño que causaba, y advirtieron que existían otros aditivos que no perjudicaban la salud, por lo que su reemplazo no sería traumático.
“Nos sorprendió descubrir que se está utilizando este químico a pesar de su prohibición en 2009 y de la ratificación por parte de los procesadores de harina en 2011, quienes aseguraron que no lo utilizarían debido a los daños comprobados en la salud y en concordancia con la decisión del Ministerio de Salud Pública”.
Gracias al seguimiento realizado por Nuria Piera en este tema, nos hemos enterado de que se ha vuelto a utilizar este producto, cuando deberían ser las propias autoridades quienes den seguimiento a las medidas adoptadas de forma institucional para proteger la salud de todos.
ONPECO recuerda el papel fundamental que desempeñó la opinión pública para erradicar el uso del Bromato de Potasio y la importancia de su influencia en la acción de las autoridades. Por lo tanto, consideramos que, en nuestro país, cuando nos descuidamos, fácilmente se nos engaña.
ONPECO considera que se debe dar seguimiento al uso de nitritos y nitratos, sustancias perjudiciales para la salud, así como prohibir el uso de glifosato en la agricultura y controlar la aplicación de normas sobre aditivos alimentarios como parte de un protocolo permanente para prevenir enfermedades.
Por último, se solicita a las autoridades que informen a la población sobre el uso de aditivos en la harina y el pan, situación que creíamos superada, para que los consumidores puedan ejercer su derecho de elegir alimentos que no les causen daño, tal como lo establece la Constitución y las leyes.