El procurador adjunto Wilson Camacho se pronunció a través de las redes sociales sobre la corrupción e impunidad, un tema que asegura, reflexiona frecuentemente.
“Frecuentemente reflexiono sobre corrupción e impunidad. En una ocasión organicé algunas ideas con el título: “Corrupción e Impunidad. Desafíos para el Sistema de Justicia Dominicano”. Aquí un resumen de esas ideas”, inicia el hilo de Twitter.
“La corrupción está asociada a la naturaleza humana (Ramos y Álvarez, 2019). La historia de la corrupción se entremezcla con la historia social y política de la humanidad. Lo anterior es importante para entender la dimensión del problema, para gestionarlo desde su realidad social, política y económica, no para normalizarlo”, dice.
Agregó que en América Latina la corrupción es endémica, realidad a la que no escapa República Dominicana. La corrupción ha sido parte de nuestros Estados desde su concepción. Ha sido parte de nuestras desgracias con más o menos intensidad entre un país y otro.
“La corrupción es una plaga insidiosa que tiene un amplio espectro de consecuencias corrosivas para la sociedad. Socava la democracia y el estado de derecho…distorsiona los mercados, menoscaba la calidad de vida y permite el florecimiento de la delincuencia organizada (Annan,2004)”, resaltó Camacho.
Considera que la corrupción atrae más corrupción. La corrupción hace que la clase política mute en grupo criminal, produce Estados criminalizados y abre espacio para la gobernanza criminal, promoviendo una concepción patrimonialista del poder y una cultura de privilegios.
Además, indica que en diferentes escenarios y en reiteradas ocasiones “he planteado que el yugo que hoy oprime a los dominicanos es el de la corrupción. La corrupción nos esclaviza, es un lastre que nos impide desarrollarnos como nación. He expresado además que la corrupción y la impunidad impactan negativamente el derecho a una vida digna, dañan la institucionalidad, el Estado de derecho, la democracia y disminuyen nuestra esperanza de vida”.
Considera que la corrupción disminuirá en la medida en que se aplique un régimen de consecuencias que sin excepciones, castigue toda manifestación de corrupción conocida. “Es necesario construir una capacidad de respuesta institucional que asegure que no haya impunidad de ningún tipo”.
Asegura que el Sistema de Justicia dominicano tiene grandes desafíos frente a la corrupción y la impunidad. “Un poder judicial justo e imparcial es fundamental para combatir la impunidad y asegurar que se sancione a los altos funcionarios que participan en corrupción”. (TI, 2015).