"Síndrome de Estocolmo" fenómeno que envuelve a Tamara Martínez según fiscal del DN

"Síndrome de Estocolmo" fenómeno que envuelve a Tamara Martínez según fiscal del DN

La víctima desarrolla sentimientos negativos hacia la policía, lo que podría explicar que Tamara Martinez, esté totalmente en contra del Ministerio Público.

Santo Domingo. Ayer la Fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos utilizó el término médico Síndrome de Estocolmo o de Mujer Maltratada para solicitar a la población compresión para la comunicadora Tamara Martínez, supuestamente fue violentada por su pareja el abogado Emilio López, a quien se le impuso tres meses de cárcel como medida de coerción.

Es un caso en el que tenemos a la víctima totalmente en contra del Ministerio Público, donde ella está apoyando ciento por ciento a su agresor y es entendible, porque esto es parte del Síndrome de Estocolmo, del Síndrome de la Mujer Maltratada y es importante que no la juzguemos, sino que entendamos que esto parte del mismo ciclo de la violencia.

Dijo la fiscal Rosalba Ramos.

El síndrome de Estocolmo es un fenómeno paradójico en el cual la víctima desarrolla un vínculo positivo hacia su captor como respuesta al trauma del cautiverio, lo cual ha sido observado en diferentes casos, tales como secuestro, esclavitud, abuso sexual, violencia de pareja, miembros de cultos, actos terroristas, prisioneros de guerra, etc.

La víctima desarrolla sentimientos negativos hacia la policía, lo que podría explicar que Tamara Martínez, esté totalmente en contra del Ministerio Público.

Con este síndrome, rehenes o víctimas de abuso pueden llegar a simpatizar con sus captores. Esto es lo contrario del miedo, el terror y el menosprecio que se podría esperar de las víctimas en estas situaciones.

Muchos psicólogos y profesionales médicos consideran que el síndrome de Estocolmo es un mecanismo de supervivencia, o una manera que ayuda a las víctimas a manejar el trauma de una situación aterradora. 

El síndrome de Estocolmo se reconoce por tres eventos o “síntomas” distintos que son:

  • La víctima desarrolla sentimientos positivos hacia la persona que la mantiene cautiva o abusa de ella.
  • La víctima desarrolla sentimientos negativos hacia la policía, las figuras de autoridad, o cualquier persona que podría estar tratando de ayudarles a alejarla de su captor. Incluso puede negarse a cooperar contra su captor.
  • La víctima comienza a percibir la humanidad de su captor y a creer que comparten los mismos objetivos y valores.