El presunto autor de la muerte del afroestadounidense Jordan Neely de 30 años, el 1 de mayo en el metro de Nueva York, fue imputado este viernes por la fiscalía de homicidio involuntario en segundo grado, pasible de entre 5 y 15 años de cárcel.
Daniel Penny, un ex marine de 24 años, que se había entregado poco antes a la policía, quedó en libertad tras pagar una fianza de 100.000 dólares.
También tendrá que entregar su pasaporte y no podrá salir del estado de Nueva York sin permiso judicial.
“Después de evaluar los hechos y las pruebas, la oficina del fiscal de Manhattan prolonga que hay causa probable para arrestar a Daniel Penny y acusarlo de delitos graves”, dijo el fiscal de Manhattan Alvin Bragg.
Según un documento difundido por la fiscalía, varios testigos “observaron que el Sr.Neely amenazó y asustó a los pasajeros y el acusado se le acercó por detrás haciendóle una llave y llevándole al suelo”. Otros dos pasajeros ayudaron a Daniel Penny inmovilizándole los brazos, dice el escrito.
En un momento, Neely paró de moverse pero Penny siguió sujetándolo antes de soltarlo, agrega el texto.
Pese a los esfuerzos de reanimación de la policía y el servicio de urgencias, fue trasladado al hospital donde fue declarado muerto.
“Jordan Neely debería estar vivo hoy, y mi pensamientos siguen estando con su familia y sus seres queridos mientras lloran su pérdida durante este doloroso momento”, dijo el fiscal.
Según el médico forense de Nueva York, Neely murió por “compresión” del cuello con resultado de “homicidio”.
La muerte de Neely, que se ganaba la vida imitando a Michael Jackson en la calle y en el metro, fue grabada por algunos pasajeros.
Según uno de los testigos, el periodista mexicano Juan Alberto Vázquez, Neely entró en el vagón del metro gritando que tenía hambre y sed y que estaba “harto”.
En la grabación del periodista, se puede ver a una persona inmovilizando a la víctima y otras alrededor hablando con él y tomándole el pulso.
“No hubo ataque. El Sr Neely no atacó a nadie ni tocó a nadie. No golpeó a nadie, pero fue asfixiado hasta la muerte”, dijo a la prensa Donte Mills, uno de los abogados de la familia del fallecido, que reclama que sea juzgado por asesinato, lo que supone una pena de cárcel de hasta 25 años.
Daniel Penny “no puede reescribir el final de la historia. La historia acaba con sus brazos alrededor del cuello de Jordan, asfixiándolo hasta la muerte y es por lo que tiene que pagar”, dijo por su parte Lennon Edwards, otro de los abogados.
Salud mental
Jordan, que perdió a su madre cuando era pequeño víctima también de un homicidio, tenía un historial de problemas mentales y había sido objeto de numerosas detenciones policiales.
La muerte de Neely ha recordado a la del también afroestadounidense George Floyd en 2020, por asfixia bajo la presión de la rodilla de un policía, que dio lugar al movimiento “Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan)”.
Después de que Penny quedó inicialmente en libertad sin cargos tras el incidente, se sucedieron las protestas tanto de grupos defensores de derechos humanos como de políticos de izquierda reclamando justicia.
Pero su muerte ha vuelto al foco uno de los grandes desafíos de la capital financiera del país, de casi 9 millones de habitantes, sobre la salud mental de las personas que viven en la calle y el miedo e inseguridad que sienten muchos usuarios del metro, un problema exacerbado por la pandemia de Covid-19.
En una ciudad donde sobrevivir para muchas personas es una tarea titánica cada día, “todos podríamos estar a un cheque o dos” de quedarnos “sin hogar y sin vivienda”, recordó Mills.
El pasado noviembre, el alcalde Eric Adams anunció un plan de hospitalización forzada para las personas sin techo con problemas psiquiátricos graves.