La compañía Oceanus Investment prevé dar inicio a la construcción del proyecto turístico Bucanyé en Pedernales el próximo mes de noviembre si se cumplen los plazos administrativos que le permitan obtener la licencia ambiental.
El representante legal de la compañía, Salvador Catrain, ha explicado hoy que están a la espera de que el Ministerio de Medio Ambiente otorgue en un plazo máximo de 45 días los términos de referencia que permitan realizar el estudio de impacto ambiental de la zona para, posteriormente, obtener la licencia ambiental definitiva.
Durante una entrevista en la Z101, Catrain ha afirmado que la empresa ha cumplido con todas solicitudes requeridas. El Ayuntamiento de Pedernales ya le otorgó la no objeción de uso de suelo y únicamente está a la espera de la solicitud de autorización ambiental y de impacto mínimo. “Bucanyé se apega a la norma ambiental y turística y cumple con los usos de su categoría VI de área nacional de recreo que permite el desarrollo sostenible de un proyecto que promueva el beneficio social, económico y la protección del medioambiente”, ha añadido.
El impacto social y económico que tendrá el proyecto en Pedernales es uno de los factores que la compañía tiene más en cuenta. Según Catrain, Oceanus Investment prevé invertir US$ 2,000 millones en Bucanyé en un plazo de 20 años para la construcción de 17,000 habitaciones.
En la primera fase, siempre y cuando el Estado construya las infraestructuras urbanas necesarias, se destinarían US$ 35 millones en un hotel de 125 habitaciones con la creación de 500 puestos de trabajo. En total, Bucanyé será un generador de empleo. Se calcula que pueda dar trabajo directo a 51,000 personas, todas ellas de la provincia de Pedernales. “Colocaremos a Pedernales en el mundo. Haremos de la zona una marca país”, ha subrayado Catrain.
De su parte, el abogado asesor de Oceanus Investment, Francisco Manzano, ha dejado claro que los títulos de propiedad de la parcela 40, que cuentan con la garantía soberana del Estado y donde se ubicará Bucanyé, se compraron “de buena fe” a sus propietarios y se encontraban sin cargas ni gravámenes. “Ahora, además, tenemos una certificación de la jurisdicción inmobiliaria donde se hace constar que desde 2014 los terrenos no tienen litis con el Estado”, ha agregado.
Sobre las inquietudes de grupos ambientalistas, la empresa entiende sus preocupaciones y se reafirma en su compromiso con el respeto a la naturaleza, compromiso que recoge el propio máster plan del proyecto y que incluye informes mensuales de cumplimiento ambiental.
“Entendemos sus preocupaciones e invitamos a las asociaciones que lo deseen a que se sumen y nos acompañen en el desarrollo sostenible de Bucanyé. Si hay un gran beneficiario del proyecto es la comunidad y el pueblo de Pedernales. No queremos confrontar con nadie”, ha afirmado Manzano.