LAS CHARCAS -AZUA.- Wilkin Rafael Tejeda Soriano, recuerda aquella tarde cuando una sorpresiva y fuerte brisa acompañada de un aguacero, desprendió el techo de su hogar, dañando una gran parte de sus ajuares, mientras las viviendas de otras ocho familias de la cañada Cimarrón, en el municipio de Las Charcas, también resultaron afectadas.
Wilkin, narra que el mundo se le vino encima cuando observó que no tenía con qué costear los daños, hasta que la noticia del siniestro llegó al oído del Plan de Asistencia Social de la Presidencia, quienes de inmediato pusieron en marcha sus programas Hogar Equipado y Techos de Viviendas, llevando tranquilidad a esas humildes familias.
“La tormenta vino abajo y arriba, acabó con todo, le damos las gracias al gobierno porque estábamos en el aire y se demostró que hay esperanza en la mano de Dios”. Afirma emocionado, Carlos Manuel Peguero, quién no pudo contenerse y dio un fuerte abrazo a su esposa, a quien había prometido de que pronto se solucionaría su situación.
Además de techarles sus viviendas, como parte de los daños provocados por el fenómeno, algunas familias tuvieron que ser asistidas con la entrega de enseres del hogar como camas, juego de sala, neveras, estufas, cilindros de gas, televisores, abanicos, sábanas, mosquiteros, entre otros.
El pequeño poblado asistido por instrucciones de la directora del Plan Social Yadira Henríquez, está situado en la cañada Cimarrón, pertenece al municipio de Las Charcas de Azua, una provincia cargada de historia que se encuentra a 97 kilómetros al suroeste de Santo Domingo.