Por Orlando Gutiérrez-Boronat
NUEVA YORK.- La reunión de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Kevin McCarthy, destacó la importancia de la cooperación económica y la promoción de los valores compartidos entre los dos países.
Asimismo, la autoridades de los dos países sentaron el compromiso de seguir impulsando la venta de armas a Taiwán y a evitar cualquier tipo de conflicto con China.
La presidenta de Taiwán agradeció a los miembros de la Cámara por su apoyo a la libertad de su país y reiteró el compromiso de Taiwán de defender el statu quo pacífico.
Estados Unidos no está dispuesto a ceder ante la intimidación de China y que está comprometido con la defensa de la autonomía de los taiwaneses.
La reunión entre la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Kevin McCarthy, en Los Angeles, fue un evento histórico en muchos sentidos.
El encuentro bipartidista contó con la presencia de diferentes legisladores de la Cámara de Representantes, quienes proyectaron un “frente democrático unido” y demostraron su “apoyo a la democracia y la libertad” en Taiwán.
La reunión también marca un paso importante en la lucha contra la influencia de China. McCarthy se ha convertido en el funcionario estadounidense de mayor rango en reunirse con la líder de Taiwán en suelo nacional desde que Estados Unidos estableció relaciones diplomáticas formales con China en 1979.
Durante el acto, McCarthy hizo hincapié en la importancia de la cooperación económica y la promoción de los valores compartidos entre los dos países, y también se comprometió a seguir impulsando la venta de armas a Taiwán y a evitar cualquier tipo de conflicto con China.
Tsai, agradeció a los miembros de la Cámara por su apoyo a la libertad de su país y reiteró el compromiso de Taiwán de defender el statu quo pacífico.
Con esto, la líder del país asiático evidenció el deseo de todo un pueblo de no retroceder frente a las presiones de Pekín.
La reunión de los funcionarios taiwaneses y estadounideses envió un mensaje claro para China y demostró que Estados Unidos no está dispuesto a ceder ante la intimidación de China y que está comprometido con la defensa de la autonomía de los taiwaneses.
El hecho de que se hayan ignorado las advertencias de China, que pretendió boicotear el encuentro, ha dejado en claro que Estados Unidos está decidido a apoyar a Taiwán en su intención de ser vista por el mundo como una nación soberana.
Asimismo, la reunión entre la presidenta de Taiwán y el presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos subraya la importancia de una nación de Oriente, que se abre camino por sus aportes en distintos ámbitos de interés mundial.