La exmandatario de Brasil Dilma Rousseff, fue elegida este viernes presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, informó en un comunicado la entidad.
Siete años después de haber sido destituida de la Presidencia en un proceso de “impeachment”, Rousseff, de 75 años, asumirá su primer cargo con exposición pública, tras ser indicada al puesto por el gobierno de padrino político Luiz Inacio Lula da Silva, de nuevo en el poder desde enero.
Rousseff fue designada para tomar las riendas del banco “con efecto inmediato”, indicó la nota.
Sucederá al diplomático brasileño Marcos Troyjo, quien renunció hace dos semanas, luego de permanecer en el cargo desde 2020, presentado por el expresidente Jair Bolsonaro.
La exmandatario completará el periodo restante de la presidencia rotativa que corresponde a Brasil, hasta julio de 2025.
El banco de desarrollo multilateral de los BRICS -grupo que Brasil integra junto con Rusia, India, China y Sudáfrica, fue creado en 2015, con la misión de financiar obras de infraestructura y promover el desarrollo sustentable en esas y otras economías emergentes.
La asunción de Rousseff está prevista el día 30, durante el viaje a China de Lula, cuya partida fue postergada del sábado al domingo porque el mandatario fue diagnosticado con neumonía.
Rousseff “priorizó la lucha contra la pobreza” durante su presidencia (2011-2016), y dio continuidad a los programas sociales iniciados durante la administración de Lula (2003-2010), gracias a lo cual Brasil logró salir del mapa del hambre de la ONU, destaca el comunicado del banco (NDB, por sus siglas en inglés), con sede en Shanghái.
Economista de formación y delfín de Lula, Rousseff se convirtió en la primera mujer en asumir la Presidencia en Brasil y obtuvo un segundo mandato que acabó en 2016 con su destitución, acusada de maquillar las cuentas públicas en un proceso muy controvertido en el Congreso.
Desde entonces, solo había disputado sin éxito una banca en el Senado por el estado de Minas Gerais en 2018. Volvió al centro de la escena pública el año pasado, cuando acompañó a Lula activamente en la campaña electoral frente al ultraderechista Bolsonaro.