El presidente Luis Abinader afirmó este lunes que a pesar de la crisis global sin precedentes que en el año 2022 afectó el mercado de los combustibles, República Dominicana no padeció desabastecimiento de carburantes ni déficit de generación de electricidad.
Al rendir cuentas de su gestión, durante la sesión conjunta de las cámaras legislativas, el mandatario dedicó buena parte de su discurso a destacar las acciones que ejecuta el gobierno a favor del sector eléctrico que lidera el ingeniero Antonio Almonte, como ministro de Energía y Minas.
“En 2022 sufrimos una crisis global sin precedentes en el mercado internacional del gas natural, el carbón y los derivados del petróleo, como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania”, informó, para agregar que estos recursos son las principales fuentes primarias de producción de electricidad en nuestro país.
Dijo que: ”la guerra implicó un recorte gradual del suministro de gas desde Rusia hacia países de la Unión Europea que terminó generando una subida histórica del precio internacional del combustible. Precio que cerró en 2022 en un promedio de 38 USD/MBtu y que a finales de agosto había alcanzado la cota de los 99 USD/MBtu según el marcador europeo de precio”.
“Por esa razón la factura de la compra total anual de las distribuidoras a las generadoras para atender la demanda de la población se incrementó en 823 millones de dólares adicionales comparado con 2021”, reveló.
Sin embargo, expresó que a pesar de nuestra casi absoluta dependencia de la importación de combustibles y a diferencia de lo sucedido en otros países, República Dominicana no sufrió en 2022 crisis de abastecimiento de combustibles ni déficit de generación de electricidad.
“Todo lo contrario, terminamos el año con un servicio eléctrico muy estable, seguro y en franco crecimiento en capacidad de generación térmica y en renovables. Nuestro gobierno trabajó muy de cerca con las generadoras, con el propósito de optimizar todas las posibilidades de generación existentes y el acceso a los combustibles requeridos”, aseguró.
Dijo que en materia de generación eléctrica nuestro gobierno se ha concentrado en tres aspectos principales:
Primero, garantizar que la oferta o disponibilidad de potencia y energía sea suficiente para abastecer la creciente demanda y mantener una adecuada reserva fría. Todo ello en el marco de una estructura de costos y precios eficientes.
Segundo, estimular la flexibilidad y diversificación del parque de generación para evitar la dependencia de un solo combustible.
Y, tercero, promover la instalación de generación eléctrica basada en recursos renovables, principalmente solar y eólica.
El presidente Abinader indicó que estos son principios y propósitos claramente establecidos en el programa de gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y son también parte de la esencia de los planteamientos del Pacto Eléctrico sobre planes de expansión de la generación y la transparencia en la contratación mediante licitaciones competitivas.
Dijo que pocos meses después de asumir la presidencia en 2020 impartió instrucciones para la preparación de una licitación pública internacional para instalar 800 nuevos megavatios en Manzanillo, Montecristi, junto a una moderna terminal de recepción y almacenamiento de gas natural.
Agregó que, a pesar de las severas restricciones y dificultades impuestas por la pandemia, esa licitación fue lanzada en marzo del 2021 y el pasado mes de diciembre se iniciaron los trabajos de construcción.
“Esa licitación fue más grande y compleja que la de Punta Catalina y sin embargo se realizó en completa transparencia, sin denuncias ni impugnaciones de manera tal que empresas privadas que participaron y no ganaron, hicieron un reconocimiento público al Comité de licitación por la conducción del proceso”, enfatizó el mandatario.
Dijo que resultado de ese proceso competitivo se obtuvo precios de energía y potencia excepcionalmente competitivos en comparación a otros procesos similares en la historia local de ese mercado.
“En la construcción de ese gran complejo termoeléctrico de 800 MW de Manzanillo, el Estado no invertirá un solo centavo de su presupuesto ni se endeudará ni incurrirá en sobrecostos como pasó con Punta Catalina, sino que se limitará a comprar mediante contratos de largo plazo la energía y potencia que necesiten las distribuidoras”, dijo.
Especificó que para que se tenga una idea de la competitividad de este proyecto, las empresas distribuidoras de energía van a adquirir el kilovatio por hora producido por esta planta, a un precio un 15% más bajo que los comprados a Punta Catalina.
De Manzanillo, el presidente Abinader indicó, además, que no es solo un proyecto energético, sino que va mucho más allá, “será un motor de desarrollo de la región con un nuevo puerto, cuya construcción será adjudicada en abril para comenzar las obras en julio”.
Informó que esta iniciativa pública ya ha impulsado la inversión privada local con inversiones como el Hotel Súper 8 by Wyndham Manzanillo ya inaugurado, un proyecto de astillero y una moderna terminal de contenedores, así como la construcción de otra planta privada de generación a gas natural con su gasoducto y línea de transmisión por una inversión de US$585 millones de dólares.
Todo esto –manifestó- demuestra el efecto multiplicador de una mínima inversión pública que está generando más de US$2,300 millones de inversión privada, y que transformará la Bahía de Manzanillo y la provincia de Montecristi, e impulsará la actividad económica de otras demarcaciones del noroeste como Dajabón, Valverde y Santiago Rodríguez.