El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) activó una respuesta de emergencia para los países centroamericanos afectados por el paso de los huracanes Julia, Fiona y Lisa, las tormentas tropicales y lluvias de los últimos meses, cuyas inundaciones y deslizamientos provocaron pérdidas humanas y daños en infraestructura en la región.
El apoyo del Banco, de más de US$40 millones disponibles de manera inmediata, incluye donaciones de emergencia en Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y República Dominicana, la activación de préstamos contingentes en Nicaragua y El Salvador y el redireccionamiento de recursos de cartera en Honduras.
Estos recursos se utilizarán para proveer ayuda humanitaria para las personas afectadas por las emergencias, y también para evaluar daños, identificar zonas de riesgo y rehabilitar infraestructura.
Considerando la exposición que tiene la región a desastres naturales y para amortiguar el impacto de este tipo de eventos en las finanzas públicas de los países y sus avances en reducción de pobreza y desigualdad, el Banco ha aprobado en los últimos años seis préstamos contingentes para emergencias por desastres naturales y de salud pública en Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, que se pueden activar ante una emergencia.
Agenda para la construcción de resiliencia
Adicionalmente a la respuesta inmediata a las emergencias, el BID impulsa una agenda estratégica para el fortalecimiento de la resiliencia de los países de la región ante los desastres, basada en los 4 pilares del marco de Sendai, el acuerdo internacional sobre la reducción del riesgo de desastres: (1) Comprender el riesgo de desastres, (2) Fortalecer la gobernanza del riesgo, (3) Invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia y (4) Aumentar la preparación para casos de desastre con el fin de dar una respuesta eficaz.
Como parte de estas acciones, se han desarrollado iniciativas para el manejo de recursos hídricos, la gestión sostenible de áreas costeras, el aumento de la resiliencia de actividades agroforestales, así como de la infraestructura social y productiva, entre otras áreas. También se está trabajando con los países de la región para fortalecer la gobernanza frente a desastres naturales, con base en la actualización del Índice de Gobernabilidad y Políticas Públicas en Gestión de Riesgo (iGOPP).
Esto permitirá guiar acciones para una efectiva gestión del riesgo y adaptación al cambio climático. Esta agenda es acompañada por esfuerzos de difusión de conocimiento en torno a la construcción de resiliencia.
Asimismo, esta semana se desarrolla en Egipto la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) y el Grupo BID está presente como el principal aliado estratégico de América Latina y el Caribe en la canalización de inversión pública y privada para la acción ante el cambio climático.