Apunta que las reglas no se deben acomodar a intereses atrasados y rentistas
Santo Domingo. – Pelegrín Castillo declaró que no es preciso llegar a un pacto nacional para aplicar la Constitución y las leyes de migración y laboral, como propuso el Presidente Luis Abinader, haciéndose eco de la demanda de ciertos sectores empresariales atrasados y rentistas, que aspiran a que las leyes se ajusten a sus intereses.
El exlegislador denunció que desde hace tiempo las políticas públicas, en especial los subsidios y las exenciones, se están empleando en forma retorcida, con efectos perversos de desnacionalización de diversos mercados laborales, haciendo que tanto las normas de nacionalización del trabajo como la penalización de a los empresarios que contratan a los trabajadores ilegales sean letra muerta, en grave perjuicio de los dominicanos más pobres, algo que es insostenible y que debe revertirse cuanto antes.
“Recordemos que eso fue admitido por el presidente Medina cuando declaró ante los jefes de estados del hemisferio en La Habana en el 2014, que “cuando se trataba de los haitianos, las autoridades dominicanas miraban hacia otro lado”. En realidad, esas prácticas irresponsables e ilícitas, son la consecuencia de los pactos inconfesables que se han concertado entre las clases dirigentes sin visión de nación, con los poderes foráneos y los organismos internacionales, para convertirnos en los hechos en los administradores de las crisis haitianas, al asignarnos el rol de estado pivote o tapón y zona de amortiguamiento de una problema crónico que debería tener otra solución”, explicó Castillo.
Pelegrin Castillo indicó al Presidente Luis Abinader que sus planteamientos de política exterior, que calificó de correctos y certeros, nunca serán eficaces sino vienen acompañados de acciones coherentes, consistentes y creíbles, al tiempo que enfatizó que es ahí donde se percibe que el gobierno y el estado dominicano están mandando señales contradictorias y contraproducentes.
“Esta muy bien que el presidente haya dicho que no aceptará refugiados de una crisis que ha sido creada, atizada y profundizada, precisamente para producir una mudanza de millones de haitianos hacia República Dominicana. Pero se manda la señal contraria, cuando se afirma que la política de repatriaciones-que es un imperativo nacional dado que la presencia haitiana ha desbordado con mucho los límites de las capacidades nacionales y nos está conduciendo ya a la balcanización de la Isla-, estará sujeta a un pacto nacional. Los que han trabajado en la solución dominicana a los problemas de Haití Estado Fallido, solo pueden ver en esa postura gubernamental el flanco débil por el que pueden colar un nuevo plan de regularización y continuar de facto ejecutando la fórmula perversa recomendada por ONU en 1949”, enfatizó Castillo
En otro orden, Pelegrín Castillo advirtió al Presidente Abinader a actuar con serias reservas en relación a las respuestas de los poderes extranjeros y los organismos internacionales, en relación a la crisis de Haití, tanto porque en gran modo ellos son los causantes por acción u omisión de la desestabilización de Haití y de la Isla, como por la complejidad de los conflictos existentes en el mundo y la región.
Finalmente, Pelegrín Castillo solicitó al presidente Abinader como Jefe de Estado a trabajar para que la nación pueda unificarse y responder con verdaderas políticas de Estado, evitando que nos arrastren a un escenario de conflicto donde solo podemos salir perdiendo, ya que a su juicio en Haití se está cometiendo un crimen internacional muy sofisticado y maligno: terminar implosionar Haiti con métodos terroristas, provocar estampida hacia la parte oriental de la Isla, y luego venir con la hipocresía una “intervención humanitaria”.