Rechazan campaña de descrédito y desinformación ante proceso de resolución de la OEA

Rechazan campaña de descrédito y desinformación ante proceso de resolución de la OEA

Las organizaciones de derechos humanos, feministas, de mujeres y jóvenes firmantes, rechazan la campaña de desinformación y descrédito que han impulsado algunos legisladores y voceros de las iglesias y partidos ultraconservadores, en torno al proceso de elaboración de resoluciones para la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se celebrará en Lima, Perú del 5 al 7 de octubre de 2022.

En ese sentido, expusieron que para las asambleas de la OEA, la elaboración de textos de resoluciones descansa exclusivamente en su Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos, no en ningún país específico. Por tanto, es falso que la República Dominicana haya llevado resoluciones a la OEA sobre tema alguno.

Una vez elaboradas las resoluciones, los Estados empiezan las conversaciones en Washington en búsqueda de consensos, bajo las directrices de las cancillerías de los respectivos países. Por tanto, ningún funcionario puede impulsar ninguna resolución al margen del presidente de la República y su canciller.

Explicaron, que esa maliciosa campaña, pretende dañar al Ministerio de la Mujer y su ministra Mayra Jiménez, con el interés de infundir miedo a través de mentiras para impedir que el país avance en materia de igualdad y equidad de género, continuar saboteando la obligación del Estado de impartir educación sexual en las escuelas y limitar el acceso a métodos anticonceptivos.

Constituye una infamia acusar de promoción de pedofilia a la ministra de la Mujer, considerando que las jerarquías eclesiales han encubierto y mantenido en impunidad total, casos como el del Nuncio Apostólico en República Dominicana, Josef Wesolowski, y otros casos que tanto daño, dolor y sufrimiento han causado a la humanidad y al país.

En la asamblea de la OEA de principios del mes de octubre no hay resoluciones a discutir sobre esos temas, lo que demuestra una vez más las manipulaciones y tergiversación de conceptos desde los sectores antiderechos.

Tomando en cuenta los grandes retos que se enfrentan en República Dominicana, en términos de desarrollo y derechos humanos, es una lástima que se tergiverse el verdadero contenido de dichas resoluciones que versan sobre derecho internacional, fortalecimiento de la democracia y protección y promoción de esos derechos.

Desde la sociedad civil y las organizaciones que luchan por los derechos de las niñas y mujeres, varias instituciones realizan un llamado a la ciudadanía y a los medios de comunicación a que accedan a la página web de la OEA y busquen estas resoluciones que se están discutiendo actualmente para que puedan comprobar lo que realmente contienen estos documentos.

Las intenciones y actuaciones de esos sectores no son nuevas; siempre buscan oponerse a todo lo que signifique avance en materia de derechos de las mujeres y las niñas, y de imponer una agenda ultraconservadora en tema de derechos humanos, ciudadanía, migración, derechos de las mujeres y derechos de la niñez.

El acoso a funcionarios como la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez y el embajador ante la OEA, Josué Fiallo, solo se explica por el interés de socavar los avances que se han obtenido en la República Dominicana en materia de derechos humanos en las últimas décadas, en particular, las mujeres y niñas.

El gobierno dominicano en su comunicado del jueves, desmiente las mentiras y falsedades que han puesto a circular parte de las jerarquías de las iglesias, grupos anti-derechos y ciertas organizaciones políticas.

“Hacemos un llamado a que asuma el compromiso firme de adoptar todas las medidas para que cese el acoso contra quienes trabajan por la igualdad y los derechos de las mujeres y las niñas, tanto en el ámbito gubernamental como de la sociedad civil y organizaciones feministas y de mujeres”.

Esta lucha no se detiene. “Seguiremos apostando a la construcción de una democracia robusta en la República Dominicana, a la eliminación de las desigualdades y la plena ciudadanía de las mujeres, una democracia donde el ejercicio de la libre expresión de las ideas guarde el respeto y la comunicación se realice sobre la base de información cierta y comprobable, no sobre el engaño y el uso deliberado de la falsedad para crear confusiones promover involuciones en derechos”.