Legisladores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos votaron el miércoles a favor de la modernización de una vieja ley, de 135 años, que los aliados de Donald Trump intentaron utilizar para anular los resultados de la elección presidencial de 2020.
A cincuenta días de las elecciones legislativas de medio mandato en Estados Unidos, los proyectos de reforma electoral reaparecieron en el Congreso, en medio de una ola de candidatos republicanos que aún se niegan a reconocer la victoria de Joe Biden en 2020.
El texto retira toda ambigüedad de la redacción de la Ley de Conteo Electoral (Electoral Count Act, ECA) sobre el rol del vicepresidente en la certificación de las elecciones presidenciales, limitando su papel a una actuación meramente simbólica.
La ECA establece cómo se cuentan los resultados del colegio electoral estado por estado, así como el número de legisladores que se requieren para objetar los resultados electorales de un estado.
“Este proyecto de ley impedirá que el Congreso elija por él mismo al presidente de forma ilegal”, sostuvo una de las autoras de la reforma, la republicana Liz Cheney, que formó parte de la Comisión del Congreso estadounidense que investiga desde hace más de un año el rol que jugó el expresidente Trump en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
El texto fue aprobado con 229 votos a favor con el apoyo de todos los demócratas y 203 en contra.
Sin embargo este y otro proyecto de reforma electoral, en espera de debate, se encuentran lejos del ambicioso plan de Biden de proteger el acceso a las urnas de los afroestadounidenses, algo que asociaciones de derechos civiles han criticado fuertemente.
La oposición republicana se había manifestado en contra de los planes de Biden, asegurando que dio a los demócratas el derecho de tomar el control de los escrutinios en todo el país.