Los restos mortales de Isabel II saldrán este domingo del castillo escocés de Balmoral, donde falleció el jueves a los 96 años, rumbo a Edimburgo, el inicio de un periplo que permitirá a los británicos despedirse de su reina.
Desde su muerte el jueves cuando veraneaba como todos los años en su residencia privada, los preparativos para recibir su féretro no cesaron en Escocia, una de las cuatros naciones del Reino Unido junto a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.
“Es realmente emotivo. Es genial que venga aquí para que todo el mundo pueda presentar sus respetos (…), para que los escoceses puedan despedirse y dar un último adiós a su reina”, dijo la víspera a la AFP Paloma en la capital de Escocia.
El olor a lluvia se mezclaba con el de hierba cortada en las inmediaciones del Palacio de Holyroodhouse, la residencia oficial de los reyes en Escocia, mientras los jardineros se afanaban para dejarlo todo listo para cuando el féretro llegue el domingo en la tarde.
Un amplio perímetro en torno al palacio fue cerrado al tráfico, y en sus alrededores no dejaban de concentrarse escoceses y visitantes para depositar sus flores y otros tributos. “Es muy loco poder vivir este histórico momento”, dijo Jake, de 22 años.
Una vez proclamado el sábado Carlos III como nuevo rey, el protagonismo vuelve a la difunta soberana, cuyo fallecimiento tras siete décadas en el trono conmocionó al Reino Unido, a la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones) y al mundo.
Al protocolo oficial para el momento de su muerte, cuidadosamente elaborado durante años bajo el nombre en clave de “London Bridge”, hubo que agregar disposiciones especiales dado que falleció en Escocia, la conocida como “Operación Unicornio”.
“Isabel la Grande”
Unos 200 km separan el dominio real de Balmoral, en el frío norte escocés, de Edimburgo. Pero el cortejo real tardará unas seis horas en recorrerlos porque irá haciendo paradas, en Aberdeen, en Dundee y en sus alrededores.
“El público tendrá la oportunidad de ver el coche fúnebre real y presentar sus respetos en actos cívicos a su paso”, precisó el gobierno autónomo escocés.
En Edimburgo, las aceras a lo largo del recorrido fueron protegidas con barreras para que escoceses y visitantes puedan ver pasar el cortejo, que entrará por el norte de la ciudad hasta Holyroodhouse, donde debe llegar hacia las 16H00 (15H00 GMT).
El féretro reposará en la sala del trono del palacio, antes de ser trasladado el lunes a la cercana catedral de Saint Giles, donde permanecerá hasta que el martes un avión lo transporte a Londres, acompañado por su hija la princesa Ana.
En la capital, los restos de la reina serán llevados un día después en procesión del Palacio de Buckingham al de Westminster, donde permanecerá sobre un catafalco color púrpura para permitir a los británicos despedirse hasta el día del funeral de Estado.
El primer funeral de Estado desde el del ex primer ministro Winston Churchill en 1965 tendrá lugar el 19 de septiembre ante decenas de líderes mundial, como el presidente estadounidense, Joe Biden, y atraerá a millones de personas.
Mientras tanto, la intensa actividad en Londres de los últimos días continuará. El lunes, el nuevo monarca, de 73 años, presidirá una sesión de condolencias en la sede del Parlamento británico, que en los últimos días fue escenario de solemnes homenajes y emotivos tributos.
Isabel II “no sólo mostró al mundo cómo reinar un pueblo, sino también cómo dar, cómo amar y cómo servir”, dijo el ex primer ministro Boris Johnson, para quien “fue esa indomabilidad, ese humor, esa ética del trabajo, ese sentido de la historia lo que la convirtió en Isabel la Grande”.