Santo Domingo.- Por segunda ocasión, el Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, aplazó este miércoles para el 19 de septiembre el nuevo juicio contra dirigente el choferil Arsenio Quevedo y al exregidor de Pedro Brand, Ericsson de los Santos Solís, así como a otros encartados, acusados de sicariato.
La barra de la defensa de los imputados recusaron por segunda vez a la jueza, Keila Pérez Santana, del Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
El Ministerio Público acusó a los imputados de violación a las disposiciones a los artículos 265. 266, 296, 297, 298, 302 del Código Penal Dominicano, y 3 de la Ley No. 72-02, sobre Lavado de Activos provenientes del Narcotráfico, en perjuicio de los señores Santa De Jesus Rosario (madre de quien en vida respondía al nombre de Mateo Nieves De Jesús), Ovemys Guerrero. Adolfina Javier (madre de quien en vida respondía al nombre de Angel Javier), así como de Ramón Antonio Peña Beltré, Manuel Emilio Romero Figuereo y Eddy Francisco Sánchez.
Se recuerda que el proceso judicial comenzó a finales del año 2015 con el arresto de los imputados a quienes se les atribuyó haber participado; o haber actuado en complicidad en el asesinato de Overnys Guerrero, Ángel Javier y Mateo Nieves de Jesús.
En el pasado juicio, el Ministerio Público había pedido que Quevedo fuera condenado a 20 años de prisión. Mientras que contra Ericsson de los Santos Solis, Cristino Batista, Danilo Octavio Reynoso y Amauris Cabrera solicitaron 30 años.
Arsenio Quevedo se entregó el 23 de noviembre del 2015. Se le conoció la medida de coerción el 27 de ese mismo mes junto a Danilo Octavio Reynoso.
Quevedo es el presidente de la Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unatrafin) y exsubdirector de la Oficina Metropolitana de Autobuses (OMSA).
Se recuerda que en el pasado juicio, el Ministerio Público había pedido que Quevedo fuera condenado a 20 años, mientras que contra Ericsson de los Santos Solís, Cristino Batista, Danilo Octavio Reynoso y Amauris Cabrera solicitaron 30 años.
El proceso judicial comenzó a finales del año 2015 con el arresto de los imputados a quienes se les atribuyó haber participado o haber actuado en complicidad en el asesinato de Overnys Guerrero, Ángel Javier y Mateo Nieves de Jesús.