El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, consideró como cierta la afirmación de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la actitud asumida por la comunidad internacional con respecto a Haití en los últimos veinte años, que constituye “uno de los fracasos más fuertes y manifiestos” en el marco de la cooperación que está supuesta a dar este colectivo a favor de sus países miembros en estado de crisis.
Dijo la OEA también responsabilidad como organismo regional porque no ha jugado ningún rol orientado a sensibilizar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Estados Unidos, Francia, Canadá y otras grandes potencias para ayudar a Haití, que está sumergido en precariedad económica extrema, con una grave quiebra de sus instituciones, ausencia de interlocutores provistos de legitimidad y un estado de absoluto caos.
Gómez Ramírez señaló que es cierto que sin el apoyo serio, decidido y firme de la comunidad internacional la situación haitiana no podrá ser superada y poder iniciar un proceso de restauración que no admite más demora, que clama esta ayuda con el mayor sentido de urgencia.
“En verdad la OEA, ONU y las grandes potencias pecan de indolentes y se han negado a sí mismos, pues la razón de ser, principalmente de los referidos organismos es expresar su entera solidaridad a favor de naciones y estados en estado infortunio, y es muy poco lo que se ha hecho a favor del pueblo haitiano”,
enfatizó el presidente del Instituto Duartiano.
Indicó que el pueblo dominicano continúa clamando para que se acuda con verdadera voluntad en favor de esa Nación, pues ya no es posible que nosotros solos sigamos sustentado a Haití y a sus súbditos, aquí tenemos muchas personas en estado de pobreza extrema, tenemos necesidades perentorias que satisfacer y ya la carga que estamos soportando se vuelve irresistible.