El ministro de relaciones exteriores, Roberto Álvarez, aseguró este miércoles, que la comunidad internacional y los países de la región, deben trabajar en conjunto para impulsar acciones que ayuden a Haití a un correcto manejo de la crisis que enfrenta.
Álvarez señaló que la ayuda extranjera en Haití no ha logrado crear un país estable, y que hasta que el mismo pueblo de esa nación no mire hacia una misma dirección, no van a llegar a una solución de los conflictos.
“Que Haití busque el desarrollo propio de su país es posible, pero las élites políticas, empresariales, religiosas, académicas y de todo tipo tienen que ponerse de acuerdo finalmente. Nunca se logrará el desarrollo de esa nación hasta que los haitianos se pongan de acuerdo”.
Enfatizó el diplomático.
El Ministro de Relaciones Exteriores, puntualizó que el asesinato de su presidente Jovenel Moise, hace un año, ha dificultado las relaciones entre el pueblo dominicano y el pueblo haitiano, porque no hay un Gobierno con legitimidad electoral y aunque han llevado a cabo diversas negociaciones con grupos de oposición para ampliar las bases sociales, todavía no lo han logrado.
“Esto ha exacerbado el nivel de las pandillas criminales que tienen el control de un 60 a 65 por ciento según los estimados del territorio de Puerto Príncipe y áreas circundantes y ha hecho más difícil la relación bilateral entre ambos Estados. Es difícil tener una relación normal porque secuestran camioneros y a ciudadanos nuestros”.
Destacó, que a pesar de que el comercio entre República Dominicana y Haití ha descendido dramáticamente en los últimos años, la relación a nivel gubernamental es muy buena y mantienen un diálogo fluido, sin embargo “no es el Estado deseable”.
Afirmó, que se ha continuado trabajando sobre los temas enumerados en los nueve puntos del acuerdo firmado el 10 de enero del 2021 entre Luis Abinader y él fenecido Jovenel Moïse, que prometía una relación más estrecha entre ambos países, “Hemos estado avanzando pero no a la velocidad que se hubiera deseado”, dijo y mencionó la contribución de hospitales y de la verja perimetral.
En otro orden, el ministro, quien presentó ante las Naciones Unidas la candidatura dominicana para ocupar un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el período 2024-2026, dijo que ser elegido le ayudaría a proyectar de una manera positiva la imagen del país, el cual nunca ha sido miembro.
Asimismo, afirmó que fue un congresista de los Estados Unidos y no la ONU, quien habló sin ningún fundamento sobre la apatridia de más de 135 mil dominicanos de ascendencia haitiana.
“Un dato que nadie sabe de donde lo sacó y eso es fácilmente refutable. En República Dominicana no hay ni remotamente apatridia a ese nivel y los casos que se generaron en el pasado se está trabajando activamente para resolverlos”.
Sobre la Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, que se celebrará en marzo de 2023, dijo que se busca que el país sea protagonista en lograr avances en los temas que allí vayan a ser tratados.
“Estamos trabajando febrilmente desde hace cierto tiempo en esa cumbre, República Dominicana por primera vez está jugando un rol como un país importante que puede servir de eje entre El Caribe, las Islas del Caribe, Centroamérica y aún más allá”.