ONGs solicitan investigar daños que provocan las barcazas a la salud

ONGs solicitan investigar daños que provocan las barcazas a la salud

Citaron las enfermedades respiratorias, auditivas y cardiovasculares que afectan a residentes de los sectores aledaños como Calero, Pueblo Nuevo y Maquiteria en Villa Duarte, y Los Guandules, Las Cañitas, La Nueva Barquita y la Ciudad Colonial

Una coalición de organizaciones no gubernamentales (ONG), depositaron una instancia ante el Ministerio de Salud Pública, solicitando la realización de una investigación médica para establecer la magnitud de los graves daños a la salud, que provocan las dos barcazas de generación eléctrica propiedad de Seaboard Transcontinental, ubicadas sobre el río Ozama.

“Todas estas organizaciones comunitarias estamos hoy aquí solicitando la intervención del Ministerio de Salud Pública, como entidad rectora en materia de salud colectiva en nuestro país, para que realice a la mayor brevedad posible una investigación médica y verifique los daños a la salud que provocan las operaciones de esas barcazas, tales como enfermedades respiratorias en niños y envejecientes, enfermedades auditivas por el ruido y las vibraciones, y enfermedades cardiovasculares a los residentes de sectores aledaños como Calero, Pueblo Nuevo y Maquiteria en Villa Duarte, y Los Guandules, Las Cañitas, La Nueva Barquita y la Ciudad Colonial”, expresó Euren Cuevas, director ejecutivo del Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (INSAPROMA).

Las organizaciones que depositaron la instancia fueron: el Programa de Acción Comunitaria por el Medio Ambiente (PACMA), la Comisión Ambiental de Esperanza por el Ozama, la Red Nacional de Resistencia y por la Remediación del Daño Ambiental, el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (INSAPROMA), la Central de Trabajadores Unificados (CTU) y el Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático.

Mediante la instancia, indicaron que hacen formal apoderamiento del Viceministerio de Salud Colectiva y la Dirección del Departamento de Salud Ambiental del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.

Las entidades también depositaron ante el Ministerio de Salud Pública un informe realizado por la Environmental Law Alliance Worldwide (Alianza Mundial de Derecho Ambiental, ELAW, por sus siglas en inglés), el cual refiere la presencia de contaminantes del aire en la zona donde operan las barcazas, tales como los óxidos de nitrógeno, cuya exposición al NO2, provoca irritación del tracto respiratorio, broncoconstricción y dificultad para respirar, ataques de asma y aumenta el riesgo de infecciones respiratorias.

Dicho informe menciona, además, que las emisiones de óxidos de azufre forman partículas contaminantes que alteran el desarrollo de la función pulmonar en los niños y contribuye al deterioro de la función pulmonar en los adultos; causa y agrava el asma y enfermedades cardiovasculares.

“Este estudio revela que esas plantas están contaminando 15 veces más o por encima de lo que estipulan las normas para un generador de esta misma capacidad. Y están provocando asma, enfermedades cardíacas, de la piel e insomnio, enfermedades nerviosas por las vibraciones. Esas plantas están colocadas ahí de manera ilegal porque la Ley 64-00 lo prohíbe y fueron colocadas de manera provisional, pero ya llevan 32 años”, expresó Cuevas.

Con relación al ruido y la vibración, el documento depositado cita que, “la presencia de una contaminación significativa por ruido y vibraciones es una fuente de malestar y posiblemente una fuente de graves problemas de salud para las comunidades vecinas”.

También señala, “Los niveles altos de ruido pueden provocar pérdida de audición, especialmente durante períodos prolongados. Sin embargo, más allá de la pérdida auditiva, la exposición prolongada a niveles de ruido incluso moderados causa una amplia gama de problemas, desde la interrupción del sueño hasta el deterioro del rendimiento cognitivo en los niños y enfermedades cardiovasculares”.

El estudio concluye que: “Las barcazas eléctricas que operen bajo estándares marinos para impactos ambientales no son adecuadas para su colocación en comunidades densas como Santo Domingo durante períodos prolongados”.