El ingeniero Octavio López, experto en Minas y exdirector de Minería de República Dominicana, manifestó que en el país hace más de 10 años que un proyecto minero no entra en la fase de explotación, mientras la exploración ha disminuido drásticamente y se registra una ausencia de la mayoría de las “juniors”.
Así mismo, alega que estas últimas son las que desarrollan proyectos hasta un punto lo suficientemente interesante para que a una minera grande le interese su potencial y lo adquiera.
También consideró que la realidad del sector minero dominicano demanda una “revisión y actualización de la ley minera”. Enfatizó que la Constitución dominicana contempla un nuevo marco normativo, lo que hace necesario readecuar la legislación para que el sector sea competitivo a nivel internacional y que se garantice la transparencia y la seguridad de los derechos mineros adquiridos.
Organizado por el Centro de Estudio de Medio Ambiente, Energía y Desarrollo Sostenible de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) y la Asociación Nacional de la Industria Extractiva, durante la conferencia el especialista hizo un diagnóstico del sector y compartió estadísticas sobre la productividad actual de la minería en el país.
Ernesto Reyna, director del centro de estudio, ofreció las palabras de bienvenida. Resaltó la necesidad de analizar una de las fuentes de recursos relevantes del país, tomando en cuenta los impactos ambientes de la actividad. También refirió la importancia de debatir los aspectos negativos y positivos con miradas de especialistas que conocen a fondo la realidad dominicana.
Reyna saludó la presencia de altos directivos de empresas minera, de miembros de la Cámara Minera-Petrolera de la República Dominicana, y estudiantes de ingeniería, enfocados en la Minería.
En el inicio de su presentación, López pidió a los estudiantes ponerse de pie y manifestó que ellos son el “futuro” del país, en lo que concierne a la gestión de la minería, desde el sector público y privado, por lo que es muy importante que estén bien documentados y orientados sobre las falencias y oportunidades en la República Dominicana.
El exdirector de Minería y experimentado geólogo, se refirió a varios proyectos mineros. Destacó la importancia y aportes que ha hecho a la economía dominicana el de “Pueblo Viejo”, el cual, puntualizó, pasó de ser una operación deficiente, a ser la inversión más grande de la historia del país.
Resaltó que en un año económicamente retador, por la pandemia que provocó la COVID-19, los aportes de la minera representaron el 37.5% de las exportaciones de bienes nacionales. Agregó que las contribuciones totales al fisco desde el 2013, cuando iniciaron operaciones, sobrepasan los 3,000 millones de dólares.
Pueblo Viejo, dijo igualmente, ha sido responsables de la limpieza ambiental más grande del país,
“remediando el daño dejado por operaciones anteriores en la mina. Estas acciones, indicó, han representado una inversión de más de 375 millones de dólares y han contribuido significativamente, lo que se ha traducido en una mejoría del medio ambiente y, en especial, de la calidad del agua del río Margajita, el cual desemboca en la Presa de Hatillo.
Del proyecto “Romero”, en San Juan de la Maguana, y la amenaza que se derivaría de posibles contaminaciones de las aguas subterráneas, así como el esparcimiento de sustancias tóxicas y en las aguas de escorrentías.
La minería y sus etapas
El exdirector de Minería de la República Dominicana, en la introducción de su exposición, dijo que la minería “es una actividad con la que identificamos los lugares donde hay minerales para extraerlos de allí y procesarlos para construir casi todo lo que vemos a nuestro alrededor”.
Manifestó que el Estado dominicano debe acompañar a las empresas que incursionan en las producciones mineras en cada fase, de manera permanente, tanto en los del área metálica como en las no metálicas.
Las fases del ciclo minero, explicó, se inicia con la exploración, seguida del desarrollo y producción. Estas etapas abarcan la extracción, la preparación del material extraído y la comercialización. Hay, indicó, una fase de inició y otra de mantenimiento de las operaciones, hasta su cierre. Y finalmente, una rehabilitación.
López explicó que la exploración comienza con estudios preliminares, reconocimiento, o caracterización, perforación, hasta llegar al descubrimiento de un depósito.
Es en la segunda etapa, la de desarrollo, que se realizan los estudios conceptuales, los de pre-factibilidad, factibilidad y de impacto ambiental.
La construcción y producción, que forman la tercera etapa, se incorporan industrialmente todos los estudios probados, de manera que se garantice la factibilidad y se inicie la producción con los debidos ajustes, hasta la optimización del diseño.
La etapa cuatro, la del cierre y postcierre de operaciones, advirtió López, debe estar diseñada desde los inicios de la operación, para saber cómo reincorporar de manera productiva al ambiente la zona intervenida.