Santo Domingo.- El conjunto de organizaciones cristianas y legisladores que marcharon este sábado hacia el Congreso Nacional en la caravana “Celeste por la Vida”, afirmaron en su manifiesto que el aborto es un negocio “para los traficantes de fetos humanos, que son vendidos para satisfacer necesidades de industrias que los usan como materia prima en sus procesos”.
Esta posición de las organizaciones religiosas viene a raíz de que en el proyecto de ley del Código Penal se propuso despenalizar el aborto bajo tres causales en República Dominicana, las cuales son: cuando la vida de la madre está en peligro, cuando el feto tiene una malformación congénita e incompatibilidad con la vida y cuando el embarazo es producto de una violación o incesto.
“Sería muy bueno que cada una de las autoridades gubemamentales que propugnan por el aborto, libre o por las causales viesen personalmente un aborto. Sería de mucha luz que viesen el triste espectáculo de descuartizar el indefenso cuerpecito de un bebé cuando es abortado, el cual lucha sin éxito por sobrevivir de las manos asesinas de personas que, usando eufemismos, le llaman al matar interrupción del embarazo. Es una escena desgarradora ver a un inocente y desvalido morir en manos de una sociedad que debería protegerlos”, reza el documento leído al caer la tarde frente al Congreso Nacional.
Al evento asistieron varios líderes cristianos, entre ellos, el obispo de la Diócesis de Baní, Monseñor Víctor Massalles y varios pastores, además de los diputados Betty Gerónimo, Aníbal Díaz y Soraya Suárez, Jesús Ogando, Isabel De la Cruz, entre otros.
A continuación el documento íntegro
Nos encontramos en esta Plaza del Congreso de la República Dominicana en el contexto del Día Nacional del NO Nacido’ día que, por ley, se estableció como el 25 de Marzo en el que celebramos el don de la vida como un valor absoluto sin el cual no existiría ningún otro don ni derecho Y’ sobre todo’ la importante tarea de defender el derecho a la vida, tal como lo declara la constitución Dominicana en su artículo 37 y la Declaración Universal de los Derecho Humanos en su artículo 3: La primera dice que “El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte” y la segunda dice que “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.
El Parlamento europeo reconoce que el embrión humano merece protección en virtud del respeto debido a la dignidad humana (sentencia Brustle c Greenpeace), y anuncia claramente que no existe el “derecho humano” al aborto (Sentencia del Tribunal General (Sala Quinta) de 13 de diciembre de 2012). En cambio, en los Estados Unidos, la agenda del Presidente y su Gabinete es la de liberalizar el aborto cada vez más, con la finalidad de hacer del mismo un lucrativo negocio que refleja lo que llamamos “cultura de la muerte”, en donde se hace un macabro negocio con los cadáveres de personas no nacidas. Y no sólo quieren hacer negocio con sus difuntos, sino que quieren además imponer esta práctica en los demás países, doblegando así sus soberanías.
Pensemos en la guerra entre Rusia y Ucrania, si la miramos de cerca nos encontramos con una verdadera tragedia en donde han muerto miles de personas. Es una guerra espantosa de la que todos los medios hablan. Pero eso no nos debe hacer olvidar que existe otra guerra, en donde no se ve la sangre de las vícimas y no se ven los refugiados, pero que acaba matando a 73 millones de victimas cada año que mueren con el aborto en el mundo, es decir, la misma cantidad de muertes en un solo año por el aborto, en comparación con igual cantidad en los seis años de la ll Guerra Mundial, que ha sido la más cruel de las guerras que han existido en el mundo.
La Guerra es un negocio para los fabricantes de armas, y el aborto lo es para los traficantes de fetos humanos, que son vendidos para satisfacer necesidades de industrias que los usan como materia prima de sus procesos. Y ese negocio quiere abrirse las puertas también en nuestra hermosa nación, que, además de ser un negocio lucrativo, termina convirtiendo a las madres dominicanas en asesinas de sus propios hijos.
Así como nos pasan las imágenes de la guerra por televisión, sería muy bueno que cada una de las autoridades gubemamentales que propugnan por el aborto, libre o por las causales viesen personalmente un aborto. Sería de mucha luz que viesen el triste espectáculo de descuartizar el indefenso cuerpecito de un bebé cuando es abortado, el cual lucha sin éxito por sobrevivir de las manos asesinas de personas que, usando eufemismos, le llaman al matar interrupción del embarazo. Es una escena desgarradora ver a un inocente y desvalido morir en manos de una sociedad que debería protegerlos.
La Caravana Celeste ha venido al Congreso para exigir a las autoridades de la República Dominicana que no haya una sola muerte innecesaria de vidas inocentes, que su deber es defender las vidas humanas de los dominicanos. Si admitimos que una madre pueda acabar con la vida de su hijo nada impedirá que nos podamos matar los unos a los otros, porque la vida humana perdería su valor y llevaría a la Nación a su fin.
También hemos venido a exigir a las autoridades a que defiendan la familia, que es la célula y la base de la sociedad. Sin una familia sana la sociedad está enferma. Exigimos que el Gobierno propicie políticas que protejan a las familias dominicanas que ayuden a forjar los ciudadanos que la Patria necesita.
Si una sociedad no cuida a sus familias vemos los elementos más nocivos en ella: la violencia, las drogas, el alcohol, los mal llamados feminicidios, el sexo irresponsable, los abortos, y muchos etcéteras más. Por eso la creación de un Ministerio de la Familia es lo que hace falta para canalizar una politica familiar integral, en lugar de ministerios aislados que se dedican a usar los recursos del Estado en forma desarticulada.
Un Ministerio de la Familia coordinaría, articularía e integraría todas las políticas públicas relativas a la familia que a través de los distintos organismos existentes para tales fines se llevan a cabo: el Consejo Nacional para la Niñez (CONANI), el Ministerio de la Juventud, , el Ministerio de la Mujer, el Consejo Nacional de los Discapacitados (CONADIS) el Departamento de Protección de la Vejez del Ministerio de Salud Pública y otras iniciativas del sector público como la seguridad, la pensión, la educación la salud y la vivienda.
Hemos venido aquí para que el Gobierno que hemos elegido ponga en alto a la Nación, que ha sabido mostrar al mundo el brillo de su gente, ya sea en el trabajo, los estudios, los deportes y el arte. Pero todo esto seguirá siendo una realidad cuando los dominicanos tengan una base familiar en donde crecer. Un Gobierno que quiera casarse con la gloria lo logrará solamente cuando proteja a todos los hijos de la Patria y nadie se sienta excluido de vivir en una República Dominicana libre Y soberana, y que busque la felicidad de todos.