Santo Domingo.- Un 16 de marzo del 1844, el general haitiano Charles Hérard toma la ciudad de San Juan sin disparar un sólo tiro, siguiendo la estrategia dominicana de hostigar al invasor.
Las tropas dominicanas preferian los combates en zonas abiertas y en lugares donde podían emboscar a los haitianos, como una forma de disminuir las pérdidas y poder continuar las labores de hostigamiento con éxito.
El avance del ejército de occidente hacia la ciudad de Azua, su punto de reconcentración, parecia ser indetenible, y lo único que hacian los dominicanos era la táctica de “mantener hostigamientos constantes y retiradas rápidas sin presentar combate, para, de esta manera, retardar y desorganizar el avance” de sus divisiones.
La táctica dominicana dió resultado en las dos ocasiones en que se han enfrentado, los saldos han sido positivos para las armas nacionales, puesto que si bien es cierto que en las escaramuzas de “Las Cabezas de las Marías” las armas haitianas salieron victoriosas, los dominicanos nunca presentaron batalla formal y se limitaron a hostigar con fuego de fusilería a los invasores.
El presidente haitiano, Charles Hérard, salió de Haití al mando de su Ejército de 30 mil hombres con el propósito de invadir a República Dominicana el 10 de marzo del mismo año.