Santo Domingo.- El 12 de enero del 2010 estaba reunido en Telesistema 11 cuando sentimos un temblor. Nos informan del terremoto de 7.0 de Haití. Pinky Pintor y Milbert Pérez estaban hablando con Roberto Cavada para para irse para allá.
Me dicen, “Tuto, vamonos!” y yo no dudé. Nos fuimos en una van pequeña. Buscamos a Chanel, un haitiano para que sea el traductor.
Glency Feliz y yo hablamos por una amiga haitiana que tenemos. Empacó de todo, ropa, comida, hasta un blower creo, para yo llevárselo y ella todavía sin comunicación.
Llegamos de noche a Jamaní, ahí se une Manuel Corripio y lo que vimos fue el inicio de una pesadilla, cientos de personas tiradas en el piso esperando una camilla. Gente que pedían a gritos que lo salvaran y el Dr. Cruz Jiminian nos explicaba la situación.
Lamentablemente había que ayudar a los que tenían más chance. Recuerdo un hombre haitiano que pedía a gritos que salvaran a su esposa, repetía que la amaba mucho y el Dr. la vio y nos dijo que no se podia hacer nada, tenía cercenada una pierna en estado avanzado de gangrena. Nunca olvidaré la cara de ese señor.
Al cruzar a Haití, la devastación era increíble. Chanel no sabía nada de su familia. Después de grabar íbamos a ver como podíamos llevarlo a donde ellos. Era impresionante que en medio de eso estaba dispuesto a trabajar pero podías ver la angustia.
Llegamos Puerto Príncipe. Para todos era un gran shock, nunca en nuestras vidas pensamos ver tantos cadaveres. Nadie sabía que hacer. La gente caminaba sin saber a donde ir.
Fuimos al Hotel Montana, único hotel de lujo y estaba reducido a nada. De unas 300 personas solo se sabía el paradero de unas cien. En esta foto, todavía habían personas abajo. Pedían silencio para poder escucharlas.
Partimos hacia la casa de Chanel y todo estaba derrumbado. Mientras más entrábamos su cara se transformaba. Su apartamento estaba en piso. El panorama no era bueno. El sale corriendo hacia donde unas personas y era toda su familia! sobrevivieron! Justo acababan de rescatar a su sobrina.
Al final me pude comunicar con mi amiga Dashka Bennett y le pude entregar todo.
Haití para siempre me dejará marcado. Pero fue muy hermoso ver cómo nos unimos para darnos una mano.