Santo Domingo .- Barrick Pueblo Viejo cuenta con una serie de estándares, así como con una política de biodiversidad con el fin de identificar los aspectos claves de flora y fauna que habitan dentro y en los alrededores de sus operaciones.
A través de una alianza con la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), la empresa realizó el primer taller sobre “Desafíos y oportunidades en la conservación de la herpetrofauna”, que contó además con el apoyo del Parque Zoológico Nacional, ECORED, Wikiri y Fundación Jambatu, organizaciones relacionadas al cuidado y preservación de la biodiversidad.
El acto de apertura contó con la presencia de Juana Barceló, presidenta de Pueblo Viejo quien resaltó que Barrick Pueblo Viejo cuenta con más de 560 especies de plantas y 60 especies de aves, al tiempo que compartió con los asistentes que “gracias a los estudios y a los esfuerzos realizados, dos especies que se consideraban en peligro de extinción por creerse que tenían hábitat restringido, han reducido su categoría de amenaza a vulnerable”.
‘’En Pueblo Viejo estamos comprometidos con hacer una minería responsable. Nuestro objetivo es jugar un papel positivo en la gestión de las áreas en que operamos, por lo que trabajamos para gestionar de forma proactiva nuestros impactos y nos esforzamos en proteger los ecosistemas en los que operamos, especialmente de los entornos ecológicamente sensibles’’, manifestó Barceló.
Por otro lado, el enfoque que implementa Barrick Pueblo Viejo se basa en las catalogadas como mejores prácticas internacionales, como lo son las directrices establecidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Consejo Internacional de la Minería Metálica (ICMM), incluyendo su declaración de posición de minería y áreas protegidas.
Como parte de su compromiso medioambiental, Barrick Pueblo Viejo lleva a cabo acciones para proteger la flora y la fauna, implementando acciones preventivas como: monitoreo continuo de fauna silvestre, monitoreo de vida acuática, así como la aplicación de procedimientos internos de rescate y relocalización de individuos de baja movilidad.
La operación cuenta con un departamento de Medio Ambiente el cual incluye un área de biodiversidad con personas dedicadas a proteger las especies de flora y fauna presentes en la mina.
Como parte de sus acciones a favor de la biodiversidad y los ecosistemas, en el 2012, la compañía minera trabajó en conjunto con el Parque Zoológico Nacional en la construcción de un anfibiario a fin de promover el estudio y conservación de las especies de anfibios nacionales.
Al taller asistieron estudiantes y egresados de las carreras de Biología y Ecología, entre otras, así como representantes del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de algunas organizaciones ambientales. Entre los docentes se contó con algunos de los más importantes profesionales, como el profesor Sixto Inchaustegui de la UASD, Cristian Marte, que es el curador de la colección herpetológica del Museo de Historia Natural y Moisés Musalem en representación del Parque Zoológico Nacional y encargado de la colección herpetológica.
También asistieron representantes de las organizaciones Wikiri y Fundación Jambatu, dedicadas a la conservación de anfibios en el Ecuador y Germán Chávez del Centro de Ornitología y Biodiversidad (CORBIDI – Perú). Por parte de Pueblo Viejo participó el equipo de Biodiversidad en su totalidad, y la supervisora general Pilar Calderón, presentó el trabajo que se ha desarrollado en Pueblo Viejo y sus alrededores con el Gecko de Bandas de Samaná durante los últimos años.
El taller se llevó a cabo durante cuatro días en los cuales especialistas nacionales e internacionales presentaron sus investigaciones y avances en las técnicas de monitoreo de especies de anfibios y reptiles, generando interesantes debates entre los asistentes y los profesores. Además, se expusieron nuevas tecnologías que se están comenzando a utilizar a nivel mundial como el Environmental DNA (e-DNA), una técnica que conecta a los biólogos moleculares con los biólogos de campo y permite detectar a esas especies difíciles de encontrar en campo. Los alumnos tuvieron la oportunidad de aprender técnicas de marcaje con tintas, microchips, reconocimiento fotográfico con softwares profesionales y manejo de reptiles medianos y pequeños.