Para el historiador Manuel Núñez, especialista en el tema dominico-haitiano, la situación de Haití es de extrema gravedad y aprovecha para advertir que lo que se está produciendo actualmente, puede en cualquier momento impactar a República Dominicana.
Señaló que la comunidad internacional se cansó de Haití y que el vecino país ha caído en un estado de ingobernabilidad porque no hay un polo de autoridad visible, pero tampoco hay un control del espacio marítimo ni aéreo ni terrestre.
“La comunidad internacional ha abandonado la situación tras 17 años de la Minustah con un gasto anual de 900 millones de dólares. Todo eso ha sido inútil y están cansados esos proveedores y ante esa situación… se plantea un riesgo a la propia existencia de la República Dominicana como tal, porque ahí ya no hay un estado-nación, sino un territorio con gente que son utilizadas por las ONG”, alertó.
Manuel Núñez considera que “es la primera vez que asistimos, así de manera real, a la muerte de un Estado”.
“El Estado haitiano ha muerto” afirmó, al sustentar lo dicho con el hecho de que la vecina nación ha perdido el monopolio de la fuerza, no provee ningún tipo de servicios a sus ciudadanos, el país ha entrado en una especie de colapso general.
Manuel Núñez, quien fue entrevistado en el programa Reseñas por los periodistas Rafael Núñez y Adelaida Martínez, espacio que se transmite los sábados a las 9:00 p. m. por Entelevisión, destacó que Haití ha degradado su territorio, reduciendo a menos de un 1 % la capa boscosa.
Adicional a eso, entiende que su población tiene todos los récords de las enfermedades transmitidas por vectores, del analfabetismo en un 60 % y del desempleo 70 %.
Explicó que cuando se habla de Estado, este es aquel que controla el monopolio de la violencia, que provee mínimamente los servicios, la documentación de identidad a su población y tiene un reconocimiento internacional.
“Haití tenía ese reconocimiento internacional, porque fue parte de la configuración de las Naciones Unidas de 1945”, dijo. Sin embargo, razonó que aunque Haití no tenía la práctica de un Estado formal, sí lo era en términos de reconocimiento porque existen embajadores que representan a la nación haitiana en otros países.
Apuntó que el vecino país tiene un gobierno “más o menos reconocido por la comunidad internacional”, pero que esto se maneja a modo de un decorado o una caricatura, ya que “se está operando sobre un vacío en la actualidad”.