SANTO DOMINGO.- El Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), el Banco Popular Dominicano y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), firmaron un acuerdo interinstitucional para impulsar el desarrollo de la economía naranja o economía de las industrias creativas y culturales a nivel nacional.
El acto protocolar de firma de este acuerdo de cooperación interinstitucional se realizó en la Torre Popular y estuvo encabezado por el ministro de Industria, Comercio y Mipymes, Ito Bisonó; el presidente ejecutivo del Banco Popular, Christopher Paniagua, y el rector de INTEC, señor Julio Sánchez Maríñez.
Bisonó indicó que “además del desarrollo cultural, la industria naranja genera un impacto profundo, positivo y duradero en la sociedad y en la economía de un país”.
De su lado, el señor Paniagua resaltó la importancia de la colaboración entre el sector público, el sector privado y la academia que conlleva este acuerdo, afirmando que “el estímulo de nuestras instituciones fomentará, sin duda, una mayor proyección de los creadores dominicanos en el país y más allá de nuestras fronteras, beneficiando con ello un modelo de desarrollo más sostenible.”
En tanto, Sánchez Maríñez indicó que República Dominicana tiene un gran potencial para acopiar las capacidades de su gente en el desarrollo de industrias culturales y creativas, y las universidades constituyen el mejor ecosistema para cultivar ese potencial imaginativo, creativo e innovador mediante la capacitación técnica y tecnológica, humanística y cultural.
El objetivo de esta colaboración interinstitucional se basa en el interés de las partes en fortalecer el sector y generar valor agregado a la economía nacional, para lo cual se ejecutarán iniciativas que visibilicen el potencial de la economía creativa y fomenten el desarrollo de capacidades e instrumentos financieros diseñados para apoyar estos negocios.
En ese sentido informan que dentro de las principales iniciativas se contempla una página web, https://economianaranja.com.do, un directorio de empresas creativas y cursos de formación en línea para los interesados en expandir su conocimiento sobre la gestión de industrias culturales y creativas.
Por igual, también se realizarán iniciativas para impulsar el emprendimiento, la educación superior y la formalización de los sectores creativos.
Según estimaciones de organismos multilaterales como las Naciones Unidas, la economía de la creatividad es un motor económico cada vez más importante: contribuye con un 3% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, emplea a 30 millones de personas y genera más de US$2,250 miles de millones.
Esto es especialmente relevante en América Latina y el Caribe, una región caracterizada históricamente por su creatividad, gracias a la diversidad de su herencia cultural y su empuje emprendedor.
La Economía naranja es un macrosector que integra el conjunto de actividades que, de manera encadenada, permiten que las ideas y la creatividad se transformen en bienes y servicios con valor añadido, dinamizando el crecimiento, diversificando la oferta y las exportaciones y diferenciando el modelo productivo de un país.
Dentro de la economía creativa conviven la gestión de la industria cultural en su sentido más amplio (desde la edición literaria, el patrimonio cultural y museístico, la fonografía o las artes escénicas) a industrias creativas funcionales como la moda, la arquitectura, la gastronomía, el diseño gráfico, de interiores e industrial, la publicidad y el negocio audiovisual, la artesanía o la creación de tecnología, entre otros rubros.
La Asamblea General de las Naciones Unidas decretó que este año 2021 fuera considerado como el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible porque, tras la crisis sanitaria, la economía naranja ha demostrado lo esencial que es la creatividad para el bienestar y supervivencia de nuestra especie.