SANTO DOMINGO.- La Fundación Justicia y Transparencia (FJT), rechazó hoy los reiterados crímenes y abusos, cometidos por miembros de la Policía Nacional en contra de civiles, por lo que solicitan que la institución debe ser refundada desde cero y cambiado de inmendiato el director Mayor General Edward Ramón Sánchez.
En ese sentido la FJT reclamó del presidente Luis Abinader, el urgente cambio de Sánchez González, tras considerar que pese a ser un joven, preparado y honesto oficial, no está en capacidad de manejar y controlar la madeja de intereses que a lo interno de la institución existen.
En ese orden el organismo consideró como un «vergüenza internacional» el reciente asesinato frente a su hija menor, de la arquitecta y madre de otros dos hijos, Leslie Rosado, en el municipio de Boca Chica, cuando salía de la celebración del cumpleaños de su padre.
Trajano Potentini, presidente de la FJT, reiteró que hay que arrancar con la demolición de su actual sede, desterrando así la remembranza de la era de Trujillo, cuya edificación aún mantiene sótanos, túneles y las denominadas solitarias, edificando allí un centro de formación, tecnificación y prevención, de lo que sería una nueva policía, que se proyecte y perciba como un órgano, garante, protector y defensor de la seguridad ciudadana y del combate a la delincuencia.
A su juicio, los casos registrados de ejecuciones y maltrato a la población dominicana revelan la falta de preparación de los cuerpos policiales, ya que en ninguna parte del mundo se le dispara a una persona por no detenerse, o mucho menos “desatar una feroz persecución y cacería en contra de una indefensa mujer y su hija”.
Potentini afirmó que los excesos no son hechos aislados, sino una conducta y cultura enraizada en la mente policial, por lo que llamó a la jefatura a tomar medidas urgentes, que incluyan identificación plena de vehículos uniformes y sirenas de policías en los operativos, que les permitan al ciudadano establecer con claridad cuando se está frente a un delincuente o a un policía cumpliendo con su deber y prohibir que los policías fuera de servicio porten armas.
Asimismo, la FJT reclama de las autoridades policiales, poner en funcionamiento de manera efectiva el departamento de asuntos internos de la policía, practicar de manera periódica la prueba antidoping a los miembros de la policía y auxiliarse de profesionales de la conducta humana (psicólogos y psiquiatras) para evaluar cíclicamente al personal policial.