La jueza Yanibet Rivas, del Octavo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, fue formalmente imputada hoy de la comisión de faltas graves en el ejercicio de sus funciones. La querella fue presentada por ante el Inspector General del Consejo del Poder Judicial por el jurista Julio Cury por supuesta comisión de una serie de hechos que incluyen haberse conducido con imprudencia, irrespeto, soberbia y falta de ética judicial el día 6 del corriente mes, en la que la imputada conoció la solicitud de prórroga del plazo de la investigación del denominado caso “Anti-pulpo”.
Cury, quien participó conjuntamente con Carlos Salcedo como defensor técnico de Alexis Medina Sánchez, sostuvo que mientras agotaba su segundo turno fue interrumpido “al menos en dieciséis ocasiones” por Rivas con comentarios inapropiados y reacciones que no se avenían con la dignidad del cargo que ostenta.
La querella fue acompañada de un CD contentivo del audio de la audiencia, en una de cuyas interrupciones “se escucha a la imputada hacer valoraciones imprudentes, provocando que un acto solemne como es la celebración de un juicio se convirtiera en el monólogo de una pedante aficiona al irrespeto”.
Rivas es acusada de haber cruzado la frontera de su derecho a conducir la audiencia para internarse en el de la falta del debido respeto, observando presuntamente una actitud desconsiderada, descortés e inmoderada. “El uso de expresiones ofensivas, de insinuaciones antiéticas e impropias de un juez, de frases con doble sentido, pretendieron ningunearme y desenfocarme para que perdiera la brújula de mi defensa técnica”.
Rivas está acusada también de atribuirle a Cury en pleno estrado “recibir paga” para defender a Medina Sánchez, especie que habría sostenido y reiterado sin resultar pertinente para el desarrollo del juicio o la valoración de la situación de las partes encausadas en el asunto sometido a su consideración y fallo. Ante el emplazamiento que le habría hecho el jurista para que exhibiera una prueba que sustentara su “teoría”, Rivas habría accedido a variarla con el siguiente sarcasmo que, a juicio de Cury, se divorcia de los principios y valores atinentes a la función judicial: “Pues su obra de caridad es para defender a Juan Alexis. Esto le está diciendo el tribunal”.
En la querella se lee que Rivas “radicalizó la caricatura del juez justiciero y se mostró como un ser inmaduro, errátil acomplejado, sin conciencia de sus funciones, apetente de un público que aplauda su desenfreno emocional marcado por una prosa ordinaria y de incorrecta dicción, incluido el uso de palabras en inglés”.
Los hechos atribuidos a Rivas habrían violado los artículos 8, 10, 12, 13, 16, 19, 50, 51, 52, 68 y 70 del Código Iberoamericano de Ética Judicial, así como los artículos 2, 11, 16 y 17 del Código de Comportamiento Ético del Poder Judicial y el artículo 65.2 de la Ley de Carrera Judicial, por lo que se solicita dar inicio a la indagatoria preliminar, designar el consejero de la instrucción preparatoria y presentar acusación disciplinaria contra la jueza acusada.