El senador por Monseñor Nouel, Héctor Acosta “El Torito” dijo que desconoce al supuesto integrante de la banda de narcotráfico y lavado de activos que, según el Ministerio Público, le dijo a otro que el legislador lo contrataría como chofer.
Como parte de las interceptaciones telefónicas que hizo el Ministerio Público en dicha operación, detalla que halló una conversación en la que un integrante de la red narcotráfico y lavado de activos hace mención del senador por la provincia Monseñor Nouel, Héctor Acosta (El Torito).
El documento señala que en fecha 22 de diciembre de 2020, a las 18:09:17,Iván Paulino de Jesús, uno de los hombres de confianza de Erick Randhiel Mosquea Polanco, cabecilla de la banda, habló con una persona no identificada a quien dijo que el legislador pretendía contratarlo como chofer.
«En fecha 22/12/2020, a las 18:09:17, Iván Paulino De Jesús, sostiene una comunicación con un Masculino No Identificado (MNI), a quien le hace saber que el Senador de la provincia Monseñor Nouel, Héctor Acosta (El torito) pretende ponerlo de chofer, y dejando ver, además, que existe un vínculo de cercanía entre estos», cita el expediente.
Al ser cuestionado vía telefónica por este medio, el senador perremeista dijo que se enteraba en ese momento de este asunto y que no conocía a la persona de la que se le estaba hablando.
“No, yo no se nada de eso, no se nada de eso, ahora me entero yo de eso. A mi nadie me ha citado ni tengo relaciones con gente de esas.”, dijo Acosta.
CONTEXTO
La Operación Falcón es una acción contra el lavado de activos y narcotráfico que conllevó desde el pasado miércoles 8 de septiembre la realización de 80 allanamientos con la participación de 60 fiscales y más de 200 agentes liderados por la directora de Persecución, Yeni Berenice Reynoso.
Por el momento 21 personas están imputadas en este nuevo caso judicial: María Olimpia Tavares Rodríguez (Oli y/o La Princesa); Juan Maldonado Castro (Marcial y/o El Líder), Víctor Elpidio Altagracia Paulino Herrera (El Gordo), Luis Daniel Nieves Batista, Adolfo Antonio Torres Sanabia (Tony y/o Presidente), Julio César Jiménez Talavera (domínico-venezolano) y Juan Bautista Carpio Reynoso.
También, José Alejandro de la Cruz Morales, Omar (La Moña); Raúl Antonio Castro Mota, Yana Iris Maldonado Castro, Angélica María Maldonado Peralta, Lenin Bladimir Torres Bueno, Marisol López Ceballos, Delfina Asunción Polanco, Ana Margarita Collado Marte, Erich Fernando Meléndez Gómez, José Miguel Castillo Taveras (Migue), Elva Teresa Polanco, Juan Carlos Durán Rodríguez, Javier Antonio Tavares Rodríguez y Felipe Espino Germán.
Cabecillas
El Ministerio Público identifica a Erick Randhiel Mosquea Polanco como un poderoso y temido narcotraficante internacional que ha montado un esquema de operación sin precedentes que trafica desde Colombia a través de la República Dominicana miles de kilos de cocaína hacia Puerto Rico, Estados Unidos y Europa.
Para estas actividades, el imputado Juan José de la Cruz Morales alias Wandy, funge como jefe de operaciones y/o lugarteniente de la red de narcotráfico que lidera Mosquea Polanco, también es quién recibe la copia los cargamentos de drogas, proveniente desde Suramérica que ingresan por la zona Este del país y quién coordina los envíos del mismo para la isla de Puerto Rico, establece el MP.
Según el expediente, las autoridades de inteligencia y antiarcóticas siguen los pasos de esta banda criminal desde mediados del mes de noviembre del 2017
Según el MP, la organización criminal de Mosquea Polanco se dedicaba al tráfico internacional de drogas con una estructura para lavar el dinero compuesta por miembros de su familia que le han servido de testaferros además de que administran los negocios y propiedades, otros miembros de su familia que participan no solo en las actividades de lavado de activos sino también en la de narcotráfico, así como otras personas tales como abogados, ingenieros, contables, arquitectos, administradores, empleados, comerciantes y testaferros que, teniendo conocimiento de la actividad ilícita, participan activamente en el lavado de activos para intentar dar apariencia de licitud a los bienes ilegales.
Banda desarticulada
La red fue desarticulada gracias a interceptaciones telefónicas que venían haciendo las autoridades de inteligencia desde hace varios años.
Con el seguimiento y la captaciones de las conversaciones producidas por Mosquea Polanco y su brazo operativo, De La Cruz Morales, la Dirección de Persecución en coordinación con las entidades de inteligencia lograron identificar los demás miembros de la supuesta red criminal, las actividades comerciales realizadas por estos, las personas jurídicas constituidas y utilizadas para el lavado de activos, la adquisición y transformación de propiedades y lugares de acopio.
En la Operación Falcón trabaja un grupo de investigadores y agentes de la Dirección General de Persecución del Ministerio Público, la Procuraduría Fiscal de Santiago, la Dirección Nacional de Control de Drogas en coordinación con la Administración de Control de Drogas (DEA) así como la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza y la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI).