Este sábado inició un operativo para recuperar una porción de terrenos de propiedad estatal asignada como área de amortiguamiento para la Base Aérea de San Isidro, en la que había comenzado a formarse un arrabal.
En la actividad participan la Policía Nacional, y representantes del Ministerio Público, con apoyo de unidades la Fuerza Aérea de República Dominicana (FARD), con el objetivo es restaurar la función original asignada a esos 787,058 metros cuadrados ubicados junto a la verja perimetral Noroeste de la Base Aérea de San Isidro.
El lugar a intervenir es un área en la que se han construido principalmente casuchas, “creando una situación de inminente riesgo en torno a un recinto militar, tanto para las operaciones de las aeronaves como para la población civil”, explica la declaración de la FARD.
Asimismo, la Inspectoría General de la FARD afirmó que se cumplió con el debido proceso para tener la autorización judicial, el auxilio de la fuerza pública y fueron notificados todos los ocupantes que pudieron ser contactados, ya que muchas casuchas no son habitadas permanentemente.
Además, se han presentado querellas a 18 ocupantes ilegales, 4 sentenciados y otros 14 con orden de arresto. La parcela fue adquirida en el 2004 por el Estado y asignada a la institución militar.
En la parte ocupada de la propiedad se censaron 33 casas de bloques de cemento, en su mayoría de muy escaso valor, y 347 casuchas levantadas con cartón, restos de madera y pedazos de zinc, con pisos de tierra.
Se identificaron como residentes unas 600 personas, la mitad de ellas extranjeros ilegales. Las investigaciones realizadas mostraron que la mayoría de los que se identificaron como propietarios de casuchas son residentes permanentes en los barrios próximos.
Para atender diferentes aspectos del operativo participa personal del Consejo Nacional para la Niñez (Conani), la Dirección General de Migración (DGM), el Servicio Nacional para la Protección Ambiental (SENPA), el Jardín Botánico y el Ayuntamiento de Santo Domingo Este.
Delincuentes y extranjeros ilegales
Según la FARD en los últimos años se fue creando una comunidad informal en el perímetro de amortiguamiento de la verja de la Base Aérea de San Isidro, que ha terminado acogiendo extranjeros ilegales, familias empobrecidas y convirtiendo la zona en guarida de individuos o bandas que se dedican a actividades ilegales y criminales; como tráfico de sustancias prohibidas, robo y desmantelamiento de autos, ambiente que incuba además amenazas para la población de las urbanizaciones próximas.
“Es un terreno accidentado ubicado en una zona de riesgo para sus habitantes por la continua operación de aeronaves en el espacio aéreo inmediato; y una situación que complica la seguridad de un recinto militar estratégico por ser la principal base aérea del país”, leía el comunicado de la FARD.
Creación de un gran arrabal
El área ocupada, señala la nota, se encuentra dentro del patrón de vuelo y rango de acción establecido para las maniobras de todas las operaciones aéreas desde y hacia esta base, agregando también que es un espacio definido como punto alterno en caso de que se presente alguna emergencia.
La FARD aseveró que una parte importante de la propiedad ya tiene las características de un desordenado arrabal, que por las características naturales incluyen cuevas y grandes agujeros creados en la época en que se extrajo material de construcción.
Recuerda la entidad militar que esta zona de amortiguamiento del perímetro de la base ha sido identificada como un lugar adecuado para desarrollar proyectos comunitarios con el Ayuntamiento de Santo Domingo Este, el Ministerio de Medioambiente y el Jardín Botánico Nacional. Además, la recuperación preserva la mitad del área que aún no ha sido ocupada, en la que existe una biodiversidad que favorece la creación de zonas de esparcimiento para la ciudad.
Recientemente, la FARD, el Ayuntamiento de Santo Domingo Este y el Ministerio de Medioambiente firmaron un acuerdo para rellenar con escombros de construcción los huecos provocados por la extracción de materiales y cubrir el área con una capa de terreno para desarrollar un parque.