La Policía Nacional da su versión sobre la desinstalación del campamento frente al Congreso Nacional, argumentando que no tenían el permiso de las autoridades para protestar en ese lugar y que pese al diálogo de dos horas, entre las partes, no hubo conciliación.
Según explican los agentes de la PN, luego de establecer diálogo y no ceder con su propósito de acampar, procedieron a desinstalar el campamento improvisado.
En nota de prensa las autoridades explicaron que “dando cumplimiento al protocolo, tras un grupo de jóvenes instalar un campamento frente al Congreso Nacional, en horario de toque de queda, y sin un permiso por parte de las autoridades, establecimos un diálogo por espacio de dos horas con los organizadores explicándoles las razones por las cuáles no podían hacerlo, por lo que una vez finalizado el proceso de disuasión, procedimos a desinstalar dicha estructura, y aún así, por su seguridad y la hora nocturna, se les permitió quedarse y continuar con su jornada activista sin instalar el campamento”.
La PN reitera a la población que respetan el derecho a la libre protesta, pero como lo establece la constitución, siempre y cuando se realicen en el marco de la ley y el orden público.