Santo Domingo.- El Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (Insaproma) censuró las declaraciones realizadas el pasado lunes por el gerente general de la compañía Seabord en el país, Armando Rodríguez, donde reconoció que la planta Estrella de Mar III, que llegará en breve para instalarse en el río Ozama, está diseñada “para contaminar el ambiente lo menos posible y con una huella sónica muy pequeña”.
Según el abogado de Insaproma, Nelson Pimentel, la sola admisión de que la nueva planta contaminará el ambiente, con el matiz defensivo de que será lo menos posible, “favorece el cuestionamiento cada día más amplio sobre la gravedad de que las autoridades permitan su funcionamiento en el río Ozama, que figura en la lista de los más contaminados del país”.
Las declaraciones del ejecutivo de Seabord, en una inusual confesión de daños al río, han aportado el mejor relevo de pruebas para reforzar los argumentos de grupos defensores de la salud medioambiental del Ozama y su entorno, como el propio Instituto de Abogados, que además han reclamado durante años el traslado a otro enclave de las generadoras de electricidad de la zona.
El abogado de Insaproma criticó también otra parte de las declaraciones al diario el Caribe del gerente general de Seaboard, donde agregó otro elemento controvertido al ambiente de denuncias por la operación de la Estrella del Mar II en el Ozama, al decir que la nueva planta será “mucho más eficiente y mucho más limpia” que la actual por funcionar con gas natural.
“Está claro que la barcaza Estrella del Mar III llegará como reemplazo, tropezando e impidiendo los planes de saneamiento total del área y con una gama de proyectos para dignificar la vida de miles de dominicanos que habitan en sus alrededores”, asegura.
Según opina el letrado, de las declaraciones de Rodríguez se deduce que no hay un calendario concreto para sacar del río la Estrella del Mar II, “lo que deja abierta una brecha para que esto no suceda hasta dentro de varios años, si es posible”. Esto se extrae del comentario del gerente de Seaboard cuando dijo que “la idea nuestra es no mantener la Estrella de Mar II por mucho tiempo aquí”, y luego remarcó, para dejar tiempo en blanco, que eso “dependerá de la rapidez con que podamos salir de ella”, separándose de esta manera de todo compromiso y un argumento para futuras defensas.
Todos estos argumentos de Rodríguez fueron expuestos a pesar de afirmar que la planta Estrella de Mar III es “muy eficiente” y que cuenta con “la última y más moderna tecnología”, además de que es “totalmente automatizada y está diseñada para no verter nada dañino en el río…”
Según los planes, la planta Estrella de Mar III entraría en operación comercial entre los meses de septiembre y octubre de este año. Armando Rodríguez dijo que el proyecto ronda los US$140 millones, incluyendo infraestructura y la parte civil.