El Sábado Santo se recuerdan los momentos de la soledad de María, el luto y se celebra la Víspera de Pascua.
En este día las iglesias católicas no realizan eucaristías, no se tocan las campanas, el sagrario se deja abierto y vacío, el altar está despojado y no se administra ningún sacramento excepto la unción de los enfermos y la confesión de los pecados.
Durante esta jornada, la comunidad cristiana vela junto al sepulcro en silencio.
Como costumbre del Sábado Santo, los cristianos realizar retiros espirituales y las iglesias permanecen abiertas para que los sacerdotes atiendan confesiones.
Así mismo es común la misa de la Liturgia de las Horas por parte de los clérigos con participación de fieles seglares.