Por: Norberto Montero
El domingo 29 de noviembre del 2020, el pueblo dominicano se despertó asombrado con la noticia de que la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), hizo una visita sorpresa a las residencias de 10 exfuncionarios, entre ellos, dos hermanos del expresidente Danilo Medina, a los que les hizo un allanamiento y luego los condujo en calidad de presos al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en un operativo al que la Procuraduría denominó “Operación Antipulpo”.
Se trata de Juan Alexis Medina Sánchez, quien es acusado por el Ministerio Público de organizar una red de malhechores para estafar al Estado dominicano, haciéndose valer de su influencia por ser hermano del entonces presidente Danilo Medina para conseguir adjudicaciones, contratos millonarios con el Estado y gestionar pagos en tiempo récord.
También fue apresada su hermana Carmen Magalys Medina Sánchez; Francisco Pagán, exdirector de la Oficina Coordinadora de Obras del Estado (OISOE); Aquiles Christopher, exdirector de Fiscalización de la OISOE; Rafael (Freddy) Hidalgo, exministro de Salud Pública, Fernando Rosa, expresidente del FONPER; y Rafael Germosén Andújar, excontralor general de la República, quienes son imputados de formar parte de la red que supuestamente lideraba Alexis Medina.
Así mismo, fueron apresados por supuestamente haber participado en el caso de corrupción, los señores Julián Esteban Suriel Suazo, empresario; Domingo Antonio Santiago Muñoz, José Dolores y Wacal Vernavel Méndez. Este último fue apresado en su residencia varios días después y es acusado de lavar activos a Medina. A los allanamientos en los que fueron apresados estos ciudadanos se les llamó “Operación Antipulpo”.
La misma tarde de ese domingo, el expresidente de la República Danilo Medina, expresó sentir indignación “por la forma atropellante y abusiva” que fueron tratados los detenidos, entre ellos, dos hermanos suyos. “Y eso es típico de cobardes”, prosiguió.
Aunque el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), denunciaba abuso de poder y violación al debido proceso durante el apresamiento, gran parte del pueblo dominicano aplaudía la acción de la justicia.
Durante la audiencia del conocimiento de la medida de coerción, que se extendió por 27 horas, tras ser aplazada 5 días antes para que los abogados estudiaran el expediente, Alexis Medina no quiso abundar mucho en su defensa, alegando que el Ministerio Público había sido devastador para él en sus intervenciones.
Finalmente, la noche del martes 8 de diciembre, el juez José Alejandro Vargas, envió a la cárcel a siete de ellos a guardar prisión por tres meses como medida de coerción. De acuerdo con la decisión del magistrado, tres de ellos cumplirían la medida en la Cárcel Modelo de San Pedro de Macorís y los otros cuatro en el Centro Correccional Sancristobalense (CCR), pero el MP decidió llevarlos a todos a Najayo Hombre, alegando seguridad y espacio.
Se trata de Juan Alexis Medina Sánchez, Francisco Pagán, Aquiles Christopher, Wacal Vernavel Méndez, Julián Esteban Suriel Suazo, Fernando Rosa y José Dolores.
Así mismo, el magistrado Vargas dispuso prisión domiciliaria a Carmen Magalys Medina Sánchez, Rafael (Freddy) Hidalgo y Rafael Germosén Andújar, a quienes además se les colocó un brazalete de seguimiento y fueron obligados a pagar una fianza económica.
Mientras que al imputado Domingo Antonio Santiago Muñoz, el juez lo dejó en libertad con presentación periódica.
La decisión del magistrado Vargas fue aplaudida por la PEPCA, aunque los incumbentes de la entidad, Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho pedían un año de prisión para todos como medida de coerción.
El juez deberá revisar la medida el día 1 de marzo del 2021, mientras se espera que otros implicados identificados por el Ministerio Público sean llamados a la justicia.