Compartimos, con nuestros lectores y lectoras, la declaración del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), a propósito de los primeros 100 días de la gestión de Luis Abinader, leída por el miembro del Comité Político de la referida organización, Francisco Domínguez Brito:
“El PLD siempre ha sido un partido caracterizado por el orden, la disciplina y el respeto irrestricto a la institucionalidad y las reglas del juego democrático.
En ese tenor, hemos respetado los 100 días de gobierno del Presidente Abinader, sin responder a las acusaciones, insultos y provocaciones de que ha sido objeto nuestro partido y sus miembros durante estos 3 meses.
Por tanto, es más que justo que, cumplido ese plazo de 100 días que tradicionalmente se otorga, el PLD rompa su silencio.
Y lo hacemos para alertar al pueblo dominicano sobre nuestra profunda preocupación ante las actuaciones del actual gobierno.
En solo 100 días ha quedado demostrado que estamos ante un gobierno inexperto e incoherente, que promete una cosa y hace la contraria. Un gobierno elitista que se preocupa solo para los intereses de una clase.
Todo esto ha dado lugar a 3 meses de promesas incumplidas, errores e improvisaciones. Estamos viendo como un gabinete formado por millonarios se muestra indiferente a las subidas de precios de los alimentos, endeuda al país a razón de 45 millones de dólares al día y amenaza con eliminar las ayudas y el salario de navidad a las familias, justo cuando más los necesitan.
A esta gestión, se suma un problema aún mayor, si tenemos en cuenta sus consecuencias futuras: nos referimos a la rápida degradación de nuestras instituciones que estamos presenciando.
Como partido de gobierno durante los últimos 16 años, el PLD trabajó sin descanso para que, año tras año, nuestras instituciones se fortalecieran y modernizaran, convirtiéndonos así en el sólido Estado de Derecho que somos hoy. Estos cambios institucionales acompañaron el más largo período en la historia dominicana de estabilidad y crecimiento económico, atracción de inversiones, expansión de la infraestructura, transformación profunda de la educación pública, generación de empleos y reducción de la pobreza.
El actual gobierno, con la ayuda de siniestras alianzas, no duda en saltarse leyes, forzar procesos y degradar nuestras instituciones. Todo con el único objetivo de desviar la atención y perseguir al gobierno pasado, en vez de centrarse en lo que hace el suyo.
Esto se refleja, por ejemplo, en los despidos masivos de miles de empleados públicos trabajadores sin respeto alguno a las leyes de Administración Pública. También en la falta de continuidad de los programas exitosos iniciados por la administración pasada, de lo cual hay muchos ejemplos, siendo el más penoso el despojo de que han sido objeto las cooperativas que obtuvieron sus insumos de trabajo gracias a las Visitas Sorpresa. Y, por supuesto, en la presión política y mediática a la que se somete al Ministerio Público en el intento de obligarlo a perseguir a sus adversarios políticos incluso cuando las denuncias carecen de fundamento.
Desde el Partido de la Liberación Dominicana queremos dejar claro que estamos de acuerdo en que se investigue y que aquellas personas que hayan cometido ilícitos respondan por sus actos, siempre siguiendo el debido proceso.
Lo que no podemos permitir es que se trate de confundir eso con la sed de venganza y el descrédito mediático que reflejan los intentos burdos de este gobierno por instrumentalizar las instituciones a su antojo.
Creemos en una justicia independiente, ecuánime y oportuna, igual para todos y todas. Y confiamos plenamente en que la Procuradora General de la República y su equipo realizarán su trabajo sin ceder a las innumerables presiones que, nos consta, están recibiendo del gobierno.
No podemos dejar de alertar que estas prácticas de manipulación que está llevando a cabo el gobierno y sus aliados tienen claramente como objetivo dificultar la labor que debe hacer el Ministerio Público y cargar la balanza hacia un solo lado.
Pensemos por un momento que el mero hecho de inundar los tribunales de expedientes, fundados o no, ocupa un tiempo precioso de nuestros fiscales que, de nos ser así, podrían dedicarse también a conocer casos relativos a las actuaciones del gobierno actual.
Lo cierto es que el gobierno del PRM está tan ocupado en acusar y denostar el trabajo de otros, que no está atento a lo que hacen sus funcionarios, ni tampoco les exige los estándares que tanto dice defender.
Así, por ejemplo, no ha tenido tiempo de revisar las declaraciones juradas hipermillonarias de sus propios funcionarios, y acumulación de fortunas impresionantes sin que se sepa si esas personas han cumplido con sus obligaciones fiscales. Tampoco han tenido tiempo de revisar los más de 70 procedimientos de urgencia de compras y contrataciones, por alrededor de 28,000 millones de pesos, que se han puesto en marcha en estos 100 días, algo sin precedentes en un período tan corto.
Y mientras tanto nos preguntamos: ¿Es esa la justicia y la transparencia de la que tanto hablaron?
Nos preocupa, asimismo, que este intento de manipular la justicia y las instituciones no termina aquí.
La elección del presidente de la JCE y la decisión del Senado de otorgar una posición en el Consejo Nacional de la Magistratura a quien no le corresponde, en una descarada violación a la Constitución, son pruebas fehacientes del desprecio por el diálogo y las leyes de la República que demuestra este gobierno, tras apenas 3 meses de sentarse en el poder.
Y ya circulan las informaciones sobre las componendas entre el PRM y su aliado político favorito para elegir al Defensor del Pueblo y al Tribunal Superior Electoral.
Todo esto ha ocurrido en apenas tres meses. ¿Qué nos espera en el futuro?
¿Qué podemos esperar de un gobierno que es rehén de una alianza política oscura y sin escrúpulos, capaz de violar la Constitución y hacer acuerdos de aposento para controlar y manipular las instituciones?
Lamentamos que el gabinete del PRM haya optado en sus 100 primeros días por dos estrategias que hemos visto repetirse en diferentes países de la región, siempre con pésimos resultados para la población.
La primera de ellas, hacer un gobierno mediático, con discursos vacíos y shows de televisión millonarios, que solo ocultan la falta de resultados reales.
La segunda intentar judicializar la política o politizar la justicia, para de nuevo, ocultar sus propias debilidades.
Sabemos, sin embargo, que el pueblo dominicano no se va a dejar engañar ni distraer con fuegos artificiales.
No hay programa de televisión que haga que una madre de familia deje de pensar en la educación de sus hijos, y en eso hemos visto el desasosiego y preocupación que ha generado el gobierno del PRM.
No hay discurso que haga que un padre olvide quien lo dejó sin sueldo 13 para comprar los regalos navideños a sus hijos.
No hay hogar humilde que olvide con mensajes publicitarios quien lo dejó sin ayudas mientras los precios seguían subiendo.
No hay ciudadano al que una campaña mediática alivie el miedo de ver aumentar la inseguridad en las calles, tanto por la delincuencia, como por el mal estado de las vías.
Por su parte, el PLD seguirá vigilante para defender los procesos institucionales y denunciar los excesos que haga el gobierno. Ejercerá una oposición firme, responsable y constructiva, siempre en defensa de los intereses de las grandes mayorías y en especial de las conquistas sociales logradas en nuestros gobiernos.
Continuaremos al lado de las familias dominicanas, escuchando sus necesidades, tomando nota de lo que nos dicen en los barrios y en los campos, para seguir llevándoles soluciones.
Tanto nuestros alcaldes y regidores, como nuestros diputados y senadores, van a ser durante estos 4 años el ejemplo de cómo las cosas se pueden hacer mejor, con vocación de servicio y trabajo duro.
Al mismo tiempo, estamos consolidando nuestra militancia en todo el país y llevando a cabo un Congreso del que, no les quepa duda, surgirá un PLD más fuerte, más dinámico y más preparado que nunca para defender los derechos y conquistas de los dominicanos y dominicanas”.
Fuente: Ojalá