En un nuevo video difundido del operativo policial para capturar a Rubén Darío Jiménez, homicida de cuatro miembros de una familia, el Mayor General retirado, Víctor Leonardo Burgos, plantea que las muertes pudieron evitarse porque la orden de captura era con vida.
En contacto telefónico, Víctor Leonardo Burgos, en el programa El Día transmitido en Telesistema, analizó el operativo y externó que al principio los protocolos de actuación policial para ser intervenido un vehículo fueron cumplidos.
“Primero identificación, ya saben que son las autoridades policiales. Segundo la situación, se ve cuando ese oficial está ahí hablando el solo y le dice a todos ‘Alto, entréguense, pónganse la mano en la cabeza’. Se lo dijo 14 veces y eso indica que había una intención de la policía de evitar cualquier enfrentamiento”, dijo Burgos.
Sin embargo, el protocolo se rompió al momento en que los agentes de la policía se acercaron antes de que Rubén Darío Jiménez y su acompañante estuvieran fuera del vehículo y neutralizados, además que una sola persona debía tener la voz de mando, según el experimentado policía.
“Los policías debieron esperar a que saliera primero el joven, despegarlo del carro, tirarlo al piso boca abajo y después ordenarle al otro también que saliera y pegarlo al piso, no acercarse así”, explicó.
Señaló que la Policía Nacional intentó que los objetivos se rindieran aunque violaran el protocolo por existir una orden de capturar la persona con vida.
Con relación a José Luis Mañón, acompañante que fue abatido, Burgos formuló una hipótesis que esperará que el reporte forense arroje el informe para confirmar si este joven fue la quinta víctima de Rubén Darío Jiménez al intentar salir del vehículo y este le disparó antes. Se presume que Mañón se entregaría a las autoridades.