El expresidente de la República Dominicana y presidente de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), Leonel Fernández, resaltó los aportes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y celebró que 75 años después de su creación perdure con grandes proyectos, aunque necesite asumir reformas fundamentales para mantener su esencia e incidencia mundial.
Fernández, tres veces presidente dominicano y presidente de la Federación de Asociaciones de Naciones Unidas, conversó sobre la fundación del organismo multilateral, sus antecedentes, situación actual y su futuro. Dialogó con Emil Chireno, director del Consejo Dominicano de Relaciones Internacionales de Funglode (CDRI).
Consideró que para evaluar tantas décadas de trabajo hay que tomar en cuenta el contexto en el que surgen este tipo de organizaciones, su operatividad y composición. También reflexionó sobre las agendas dinámicas que ha adoptado, conforme con la evolución del mundo. En tal sentido, destacó el rol de la ONU en la defensa de los derechos humanos y, más recientemente, en todo lo concerniente al cambio climático.
En la conversación se refirió, también, a las reformas que requiere el organismo. Priorizó la redefinición de la conformación del Consejo de Seguridad, para que sea más representativo. Explicó que el actual Consejo se corresponde con un momento distinto al presente, concebido al término de la Segunda Guerra Mundial, donde las potencias victoriosas conformaron el organismo.
Otro desafío que subrayó para la supervivencia de la organización es su sistema de financiamiento. El hecho de que dependa de los estados más poderosos y de que los países con economías más precarias incumplan con los pagos correspondientes demanda de una reforma integral. Recordó que cuando asumió la presidencia de la República Dominicana por primera vez, en 1996, hacía años que el país no estaba al día con las cuotas que debía aportar.
El país que más dona, apuntó, es Estados Unidos, lo que le genera a la ONU situaciones complicadas cuando se toman decisiones que afectan a esa nación. Por tal motivo entiende que es necesario establecer un nuevo mecanismo de aportación financiera de los Estados, por ejemplo, en función del tamaño de su población o del crecimiento del producto interno bruto anual, entre otras estrategias. Las Naciones Unidas, recalcó, se sostiene del aporte de sus Estados miembros.
También consideró que hay que dejar sin efecto el Consejo de Administración Fiduciaria, porque desde el año 1994 no hay ningún Estado nuevo, ningún país que se haya independizado.
En cuanto al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), sugirió que se divida en uno económico, enfocado en los aspectos relativos a la economía, y uno social, que se encargue de las políticas sociales.