Aeropuerto Internacional de Bávaro (AIB, S.A.S) restó credibilidad a la conclusión de los ambientalistas de la Asamblea Nacional Ambiental (ANA), en el sentido de que la construcción de la infraestructura de servicios aeroportuarios afectaría los acuíferos del lugar y estaría contra un proyecto de acueducto.
En ejercicio de su derecho a réplica, AIB S.A.S afirmó que los ambientalistas firmantes del informe están vinculados al empresario Frank Rainieri en la fundación FUNKARST, por lo cual sus puntos de vista, además de carecer de fundamentos, no son imparciales.
En una declaración de prensa, la empresa señaló que ninguno de los suscribientes del supuesto informe técnico son geólogos, hidrólogos, biólogos ni ornitólogos, por lo cual sorprende que se pronuncien con tanta determinación sobre materias que desconocen.
Grupo Abrisa, promotor del Aeropuerto Internacional de Bávaro, ha sido riguroso en cuanto a estudios de impacto referentes a aves, mamíferos y aspectos hidrológicos de la zona, los cuales demuestran la viabilidad del desarrollo de la obra sin mayores riesgos para el medio ambiente y la población en general.
Cuando en el informe los ambientalistas aluden al acueducto, también se defienden los intereses de Grupo Puntacana, dice AIB, S.A.A y recuerda que el Proyecto de Acueducto y Alcantarillado en el Polo Turístico de Punta Cana-Macao fue presentado al INAPA el 28 de noviembre de 2018, como una iniciativa privada de la empresa PCVC Acueductos y Alcantarillado S.A.S., una empresa comercial participada por Rainieri a través de la sociedad GPC Joint Venture Acueducto.
Indica que el proyecto fue beneficiado por el INAPA, mediante la Resolución Administrativa Núm. 06/2019, “que Declara de Interés Público la Iniciativa Privada Presentada por PCVC Acueductos & Alcantarillados S.A.S., para la Construcción y Operación de un Proyecto de Acueducto y Alcantarillado en el Polo Turístico Punta Cana-Macao, bajo la modalidad de una concesión.”
El acueducto fue justificado sobre la base de la salinización de los acuíferos por la sobre explotación de los mismos y la extracción de agua sin control. Una noticia publicada en Diario Libre, en su edición del 3 de julio de 2019, explicaba detalladamente el problema, identificando la causa muy lejos del área donde se proyecta construir el Aeropuerto Internacional de Bávaro.
En otro orden, Grupo Abrisa y Aeropuerto Internacional de Bávaro AIB S.A.S., son los principales interesados en que los terrenos donde se construirá el aeropuerto sean adecuados desde el punto de vista medioambiental.
En ese sentido, en septiembre de 2019, previamente a la adquisición de los terrenos, el grupo solicitó una investigación a SOH Conservación, antes denominada Sociedad Ornitológica La Hispaniola, la ONG más reconocida a nivel internacional en relación al estudio de las aves y los mamíferos del Caribe, concluyendo que “La incidencia de las aves (en los terrenos del Aeropuerto Internacional de Bavaro) esta marcada en las rutas de migración que se presentan en la zona, detectándose la zona este y suroeste de la Republica Dominicana como núcleo de migración hacia sudamericana, pero no afectaría para nada el solar objeto de estudio, ya que la cantidad de aves y su distribución de estas oscilaría en todo el este del país, desde Miches a Punta Cana, pues las mismas se reúnen en la costa no generando problemas en las actividades planeadas para el proyecto. Debemos hacer mención del establecimiento del aeropuerto internacional de Punta Cana en la misma ruta migratoria del resto de las aves que cruzan la costa este del país, sin que se hayan observado especiales incidencias en el tráfico aéreo o en los desarrollos turísticos de Punta Cana, Bavaro, El Macao y Uvero Alto”.
En relación a la flora, “desde el punto de vista de la vegetación, el terreno evaluado (terrenos del Aeropuerto Internacional de Bávaro) se caracteriza por la presencia de un escueto bosque secundario sobre roca caliza.”
Explica que en cuanto al aspecto hidrogeológico se han consultado especialistas, se ha realizado un inventario de pozos y se están desarrollado estudios complementarios, encargados a la empresa GEOFITEC, determinando que la actividad a desarrollar no impactará de manera negativa en los acuíferos existentes.
“Desde el punto de vista del Patrimonio Cultural, por el momento no han aparecido restos arqueológicos en el sitio. Declarar monumento natural un área de potreros, con manchas de bosque secundario sin elementos de fauna o flora de particular interés y cuyo subsuelo es común a toda la llanura Este del país, es absurdo”, subraya.