La fundación de protección a la niñez Camino Por ti presentó una solicitud de diligencia ante la Procuraduría General de la Nación y la Fiscalía de Niños, Niñas y adolescentes, en la que pide considerar que la menor Liz María pudo haber sido víctima de trata de órganos.
Recientemente, concluyó la búsqueda del cuerpo de la menor Liz María Sánchez sin ser encontrado.
En este sentido la solicitud expresa: “Por experiencias pasadas tememos que la menor pudo haber sido víctima de trata de órganos. Es decir, la historia contada por el presunto victimario si bien puede ser cierta, creemos que puede no ser más que una táctica de obstrucción de la justicia”.
En este sentido, Rafael Valentín, director ejecutivo de la fundación solicitó que se iniciaran nuevas investigaciones, con base en esta nueva teoría del caso.
Asimismo, indicó que es preciso apoderar a la fiscalía de menores y hacer un análisis forense del celular de alías El Panadero, a los fines de verificar cuáles fueron las más recientes llamadas realizadas por éste.
“Entendemos pertinente que, de manera urgente, debe comenzarse un análisis forense del celular de Esterlín, con el objetivo de poder determinar su red interpersonal. Con las llamadas de antes, durante y después de que la menor fue desaparecida, y presuntamente asesinada, se podría esclarecer si este sujeto hace parte (así sea en su eslabón más bajo) de una red de tráfico de órganos”, precisa la solicitud.
En el documento entregado por la organización sin fines de lucro solicita que se llegue a la resolución de este caso, aunando todos los esfuerzos que fueran necesarios “de manera que su familia y la sociedad pueda saber exactamente qué paso con la niña; así como que el o los culpables sean condenados”.
Además de presentar la solicitud y lanzar la voz de alerta, la fundación puso a disposición su cuerpo legal de manera “totalmente altruista” a los fines esclarecer las causales de este caso y se puedan establecer las sanciones penales a las que haya lugar.
Finalmente, en la instancia se asevera que: “Como sociedad y como Estado le hemos fallado a nuestra niñez, pero ya es hora de crear los precedentes de ejecución de acciones contundentes, que hagan que sus derechos se respeten”.