El presidente electo Luis Abinader participó al mediodía del jueves 23 de julio, de manera sorpresiva, súbitamente, durante algunos minutos, en un encuentro con la prensa, donde agradeció al chef español José Andrés, su solidaridad con el pueblo dominicano y anunció que le concederá la nacionalidad dominicana por decreto presidencial de manera extraordinaria.
Abinader expresó estar «muy contentos de que nuestro amigo José Andrés esté ayudando, participando, así como lo ha hecho en muchas partes del mundo también lo está haciendo aquí en nuestro país».
Manifestó que es un orgullo de que instale su Fundación Word center Kitchen aquí en República Dominicana, «en esta pandemia que ha tenido estragos en todos los aspectos económicos. Como decía Rolando (González Bunster), un área de las más desarrolladas del país en cuanto a empleos que era La Romana y el este, pues ahora está en una situación difícil, y así están otras muchas partes de país».
«Le agradezco a esas compañías, a la Sociedad Industrial Dominicana (SID), Propagás, a las empresas eléctricas de Rolando que hayan ayudado y a otras empresas, y especialmente a nuestro querido amigo José Andrés, que nos sentimos orgullosos de su amistad, de que haya acudido al llamado de la necesidad de esos pueblos. Muchísimas gracias a todos por su apoyo, su solidaridad con el pueblo dominicano», dijo Abinader.
El presidente electo expresó así mismo su deseo: «espero pronto poder tener a José Andrés aquí y seguir apoyando su trabajo solidario y humano a favor de las causas de las personas más necesitadas en nuestro país. Muchas gracias por dejarnos participar, gracias a todos ustedes y cuenten siempre con nuestro apoyo. Un fuerte abrazo a todos».
Casi enseguida regresó a tomar la palabra y recordó: «Quiero también dar las gracias a nuestro querido amigo José Miguel Bonetti que nos ayudó en este proceso y que ayudó a iniciar esta excelente iniciativa en nuestro país. Muchísimas gracias».
En ese instante, Roberto Alvarez interrumpió a Marianne Cruz, excelente maestra de ceremonias para expresarle al presidente electo que deben buscar la forma de acercar a José Andrés al país y nombrarlo embajador ad hoc honorífico dominicano, a los cual Abinader respondió: «claro, lo vamos a necesitar para los planes. Él nos tiene que ayudar. Además lo vamos a hacer también ciudadano dominicano, Roberto así que tù te encargas de eso», manifestó.
La magia de la unión en torno a una causa noble
La fundación liderada por el chef español José Andrés, organización sin fines de lucro que lleva por nombre World Central Kitchen (WCK), utiliza una red de chefs y cocineros a nivel global para proveer platos de alta calidad nutricional a poblaciones vulnerables en medio de una crisis humanitaria.
Según explicó el propio chef desde Cadiz (España) -«donde me estoy pasando unos días en casa de los familiares de mi esposa»- todo se debe al próximo canciller Roberto Álvarez, quien hace unos años fue la persona que primero lo contrató para que cocinara en sus restaurantes de Estados Unidos y quien lo llamó para que diera la mano en este período de la pandemia.
Cinco entidades dominicanas se unieron para traer al país las operaciones de WCK: MercaSID a través de su marca Crisol, la Fundación Caminantes por la Vida, Propagás, la Fundación Propagas e InterEnergy Group, casa matriz del Consorcio Energético Punta Cana-Macao (CEPM), la Compañía de Electricidad de Bayahíbe (CEB) y la Compañía de Electricidad de San Pedro de Macorís (CESPM).
Gracias al apoyo de esta alianza, WCK inició una primera fase de distribución de la comida preparada a principios de junio: en menos de un mes los operativos llevaron casi 10 mil raciones de alimentos a los dominicanos, distribuyéndolos en hogares de ancianos y hospitales, así como en iglesias y juntas de vecinos. Los platos fueron cuidadosamente elegidos tomando en cuenta los estándares culinarios del Chef José Andrés, combinando con el delicioso sabor dominicano, según explicó un video mostrado a los periodistas invitados.
«El sueño de un chef, cuyo corazón es una cocina gigante donde come todo el mundo», dice el audiovisual que sintetiza lo realizado.
Un grupo de chefs y cocineros dominicanos se unieron a WCK y las empresas patrocinadoras. Para cocinar se usaron ingredientes perfectos en una riquísima combinación de sabores tomando en cuenta los más mínimos detalles de elaboración y temperatura adecuada de cocción.
La historia del protagonista
Roberto Álvarez agradeció al chef por «sus generosísimas palabras» sobre su persona, «eso tiene que ver con el vinculo de afecto profundo que nos une», agregó. Y narró como lo conoció después que después abrió Café Atlántico aquí en el paìs, que se fue a Washington a abrir otro igual allá, y luego decidió abrir un restaurante español y buscando un chef encontró un joven asturiano, semidesempleado, viviendo en La Joya (California), después de haber estado en un muy reconocido restaurante catalán en Nueva York -El Dorado Petit-, donde el hoy canciller designado había comido un plato «que había sido para mí una epifanía», aseguró. Quiso conocer al cocinero y era José. Al final lo convenció de irse a Washington y terminó maravillándolos con unos 16 platos que hizo el día de la prueba.
«A raíz de ahí José entró a formar parte de nuestro equipo en Washington… terminamos abriendo varios restaurantes…» y en el 2005 cuando Álvarez entró de embajador ante la OEA, salió de las operaciones y José continuó con la compañía abriendo restaurantes no solo en Washington sino a través de todo Estados Unidos y eventualmente en otros países del mundo.
En el 2010, a raíz del terremoto de Haití, José Andrés le llamó por teléfono y le dijo que venía para Repúbica Dominicana y que necesitaba apoyo para llegar hasta Haití. Narra que el chef se apareció con 10 cocinas solares y por carretera se fue a Haití a tratar de ayudar en el vecino país. A raíz de ese momento el chef ha seguido teniendo un vínculo con Haití, ayudando, entrenando mujeres a cómo cocinar debidamente y tener método profesional de vida. Explicó que el chef ha estado presente desde entonces con WCK en Guatemala cuando la explosión del vocal de fuego, en California durante los fuegos forestales, y donde hay un desastre allí aparece Andrés a darle de comer a las personas que están luchando por sobrevivir o combatir el desastre natural. «En Puerto Ruco, a partir del huracán María en 2017, es cuando José tiene una oportunidad de llevar a cabo una labor extraordinaria. Organizó a los chefs en Puerto Rico y han logrado más de tres millones de comidas en Puerto Rico», rememoró y mencionó también los cruceros varados en esta pandemia en Yokohama y California. «Andrés enseguida entra en acción y genera métodos para subir las comidas ya listas a los cruceros para darle de comer a las tripulaciones y a las personas varadas».
Recordó que José Andrés había conocido al presidente electo Luis Abinader «y enseguida hicieron amistad y a principios de abril el presidente me dice ‘¿Roberto y tú no crees que José y WCK podrían venir a República Dominicana?’, le dije ‘le voy preguntar’, y José enseguida dijo que sí. De ahí a través de un vínculo con José Miguel Bonetti, Pirigua, Rolando González Bunster se inició un proyecto en el cual también han participado varias personas; se mencionó la cocina industrial de Roberto Canaan, donde se han estado preparando las comidas y varios chef que han participado y la colaboración de René Bonetti y también de Esther Abinader que en su momento estuvo ayudando». Insistió en que hay que resaltar la personalidad electrizante de José Andrés, «es alguien que tiene un talento, un don natural, que cautiva a quien lo conoce… su visión, su pasión, su inteligencia, su desinterés, es desprendido en su ayuda», tan así que en sus palabras lo que ha hecho es «reconocer al otro». El cerebro detrás de todo es José Ramón Andrés, manifestó Álvarez.
José Andrés manifestó a su vez su agradecimiento a todos los que apoyaron no solo con dinero sino también con sus propias manos a que se hiciera realidad, y mencionó de manera especial a Jimmy Pumarol, otro amigo.
Otro que participó fue el CEO y presidente de InterEnergy Group, Rolando González Bunster, quien destacó el honor por participar en el evento y agradeció a Roberto Alvarez que le hubiese llamado para participar en esta acción de WCK, recordó lo realizado por el chef José Andrés en Haití hace diez años («su entrega cariño y dedicación, en un país que visitaba por primera vez»), se refirió a la singular humanidad de José Andrés, también lo hecho en Colombia y Venezuela, en la frontera, en Puerto Rico y Bahamas, entre otros países. Quien también es miembro de la Fundación Bill Clinton, expresó que el chef español «es una persona muy especial y cuando lo vi en los Oscar este año, me dije que José Andrés merece un Nobel de La Paz, por doquier da un mensaje de esperanza a los necesitados». Contó de cómo la zona más prospera del país -donde funciona su empresa- se convirtió en algo muy serio, debido a que de los 80 vuelos diarios hoy hay solo 6, hay muchos que nopueden llevar ni siquiera un plato a la mesa de sus casas. Señaló que nota la situación a través de la demanda eléctrica, en el Este a través del Consorcio Energético Punta Cana-Macao, que normalmente en estos tiempos era de 160 megavatios y se encuentra ahora en 65, pero incluso han bajado a 48. Todo eso indica a la situación real de la zona. Agradeció «poder ayudar con alimentos nutritivos y raciones buenas a los mas necesitados».
La nueva etapa
Ahora en julio continúa la segunda fase de los operativos de WCK en República Dominicana, de un calendario total de cuatro meses. Para dar a conocer más detalles, los representantes de las empresas —José Miguel Bonetti DuBreil, vicepresidente ejecutivo de MercaSID, la doctora Pirigua Bonetti de Santana, presidente de la Fundación Propagas y vicepresidente del Consejo de Directores del Grupo Propagas, y Rolando González Bunster, presidente y CEO de InterEnergy Group, casa matriz del Consorcio Energético Punta Cana – Macao (CEPM), su subsidiaria la Compañía de Electricidad de Bayahíbe (CEB), y la Compañía de Electricidad de San Pedro de Macorís (CESPM)— ofrecieron una rueda de prensa virtual junto con el chef José Andrés y ministro de relaciones exteriores designado, Roberto Álvarez.
El encuentro virtual, también contó con la participación del presidente electo, Luis Abinader, quien agradeció a estas empresas por realizar esta alianza con el chef José Andrés para favorecer a los más necesitados.
WCK llegó al país por un camino inesperado: por las preocupaciones humanitarias de Renée Bonetti hija del vicepresidente ejecutivo de MercaSID y Esther Abinader, hija del presidente electo Luis Abinader. “Ellas habían visto la encomiable labor que realizó WCK durante el terremoto de Haití y ante la hambruna que causó el huracán María en Puerto Rico, así que vieron que la organización ya contaba con experiencia valiosa en el Caribe que podía aplicar para nuestra realidad,” explicó Bonetti Du-Breil. “Ahí me dijeron: ellos necesitan socios locales en cada lugar que van, y nosotros como Grupo empresarial de empresas de producción y distribución de consumo masivo con la marca Crisol y la Fundación Caminantes por la Vida podemos apoyarlos”.
“No hay nada más humano que brindar un plato de comida preparado con amor”, añadió la doctora Pirigua Bonetti de Santana, presidenta de la Fundación Propagas. “Para nosotros los dominicanos, que culturalmente vemos la comida como una demostración de aprecio, el trabajo junto a WCK en el país es más que un operativo humanitario: es una celebración y reafirmación de la bondad, la empatía y la hermandad que nos identifica como seres humanos”.
El menú
El proyecto se convirtió en algo que trasciende la entrega, porque busca alimentar con valores de nutrición, con correcta preparación y el más delicioso sabor. Entre el menú seleccionado por el chef José Andrés y su equipo hay combinaciones tales como moro de habichuelas rojas y maíz, pollo guisado, papas salteadas y ensalada verde; una variedad con arroz, lomo salteado, ensalada de pimientos y yuquitas; otro menú entregado fue arroz chino con pollo, vegetales al grill y plátano maduro al caldero; otra de las opciones fue arroz amarillo, ropa vieja, ensalada de tomate y pepinos y unos deliciosos fritos maduros; dando el toque gourmet con un menú compuesto por rigatones a la boloñesa, todos preparados con el ingrediente por excelencia de la cocina dominicana, el aceite Crisol y con la llama perfecta del gas de Propagas. Fuente: NotaClave