Ante la situación deficitaria del sistema sanitario dominicano debido al impacto de la pandemia del Coronavirus, un equipo de estudiantes, colaboradores y egresados del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) ha dedicado los días de la cuarentena nacional al diseño y desarrollo de un respirador mecánico de bajo costo para pacientes COVID-19, con el objetivo de apoyar al tratamiento de los pacientes recluidos en los centros de salud del país.
El ventilador fue probado con éxito en un centro de salud del Distrito Nacional con un paciente recluido en la unidad de cuidados intensivos con diagnóstico de compromiso pulmonar. Previo a ello, fue sometido a pruebas en el Laboratorio de Simulación del INTEC (SIMLAB) con maniquíes de alta fidelidad. Ambas pruebas permitieron establecer que cumple con los estándares requeridos.
El respirador mecánico o Ambu (Airway Mask Bag Unit o bolsa auto inflable para ventilación asistida) es un equipo no invasivo diseñado para sostener la respiración asistida de un paciente aún consciente, y ayudarle a reducir el esfuerzo necesario para respirar durante un tiempo determinado. El respirador Ambu está basado en el modelo del Massachusetts Institute of Technology (MIT) denominado E-VENT (aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA, de Estados Unidos).
La meta de la universidad es fabricar 3,000 unidades de respiradores, que es la cantidad que se estima sería necesaria en el país basada en estadísticas de otros países y casos locales de crecimiento exponencial de casos confirmados por día y cantidad de muertes. El sistema de salud dominicano cuenta con alrededor de 1,000 unidades de respiradores, de acuerdo a los datos que registran los medios de comunicación.
El respirador mecánico de bajo costo fabricado en INTEC supone una inversión estimada de US$800 por unidad, basado en costes de materiales, importaciones, envíos y manufactura, significativamente inferior a la que conllevaría por medios de ensamblaje regular. En ese orden, el INTEC realiza acercamientos con distintas instituciones para la identificación de vías de financiamiento de la producción de los aparatos.
El respirador mecánico que fabrica el INTEC cuenta con un regulador de presión, con el fin de controlar las presiones adecuadas para evitar lesiones pulmonares; un control de volumen tidal, que le permite adaptarse a distintos tipos de pacientes, tanto niños como adultos; un control de la frecuencia respiratoria, para autocoplar con el paciente; y un adaptador para conexión a un tanque de oxígeno para mezclar el aire con oxígeno.
Además de contar con el aval de la FDA, este modelo de respirador ha sido considerado funcional en el país tras comprobarse que provee las prestaciones de la ficha técnica para la que fue diseñado y la evaluación del doctor Pablo Smester, Coordinador del Laboratorio de Simulaciones del INTEC (SIMLAB), y de intensivistas neumólogos y terapistas respiratorios. El equipo de la academia, conformado por ingenieros y médicos, trabaja en adaptaciones que permitan reducir los costos de fabricación, asegurando la calidad y eficiencia ya verificada.