El coronavirus ha venido a cambiarnos. En un espacio de semanas, el covid-19 ha estado provocando que sociedades cambien, en lo social y en lo económico, de manera súbita. La pandemia, declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a inicios de marzo, ha tenido efectos enormes en la formulación de las políticas públicas de los países afectados.
A la fecha, no se ha establecido a ciencia cierta la causa del virus y aún existe desconocimiento científico sobre el tema. Globalmente, los protocolos de contención y prevención han sido puestos en marcha sobre la marcha. Sin embargo, ya ha habido avances en la búsqueda de una cura de este virus que tiene dimensiones globales. Los gobiernos han tomado una serie de medidas que quizás uno solo la pensaba ver en una serie de Netflix.
Se podría decir que la mayoría de los países, sobre todo en Latinoamérica, han tomado medidas en tres aspectos esenciales para la atención del covid-19: medidas de sanidad y orden público, medidas de recuperación económica y protección al empleo y medidas de protección a familias vulnerables.
Las medidas de sanidad y orden público son bastantes similares entre los países afectados para la contención, prevención, y tratamiento del virus. En general, estas medidas, siguiendo la guía y protocolos de la OMS, procuran elementos de cuarentena que procuran distanciamiento social entre conciudadanos.
Ahora bien, ¿qué pasará con la economía el “día después”? O más bien, ¿cuándo llegará el “día después”?
¿Cuáles economías han reiniciado?
Se podría establecer que el coronavirus presenta y presentará tres fases de atención económica. Primero, es la fase de atención directa a la pandemia en donde la contención y tratamiento es esencial para poder “aplanar la curva” de casos médicos.
Esa es la fase que vivimos en República Dominicana al promover medidas de distanciamiento social, cierre temporal de algunos sectores productivos, y apoyo solidario para protección al empleo y familias vulnerables. Las siguientes dos fases, son más enfocadas en la recuperación económica. Una fase de apertura económica parcial y otra más extensa.
Ese re-inicio económico tiene complejidades para las economías latinoamericanas. Principalmente, porque es muy difícil de aprender de otros países que han sido afectados. Por un lado, las medidas económicas son muy “endémicas” a los países. Y así tiene que serlo. Por otro lado, países europeos y asiáticos, donde iniciaron estos brotes pandémicos, no tienen los mismos elementos culturales ni de informalidad económica que se presenta en Latinoamérica.
Ahora bien, luego del parón, hay que buscar criterios que determinen cuándo y cómo reiniciamos la economía. Nunca es tarde para pensar en el mañana, y es interesante colocar sobre la mesa algunos criterios a tomar en cuenta para este reinicio.
Criterios para reiniciar la economía, ¿cuándo hacerlo?
Los paquetes de recuperación económica que los países han presentado tienen montos asombrosos. Algunos países, como España han anunciado paquetes que llegan a un 20% de su Producto Interno Bruto. Estados Unidos ha anunciado un paquete 3 veces superior al monto invertido para recuperar la crisis financiera del 2007. El prepararse para abordar las siguientes fases de esta pandemia, de cuándo y cómo salir de las cuarentenas, es esencial.
Para responder cuando levantar las restricciones de la cuarentena, diversos expertos han presentado diversos criterios. Los economistas Arpit Gupta y David Sraer han promovido una cuarentena flexible, tomando en cuenta rangos de edad para determinar los permisos y restricciones. Otros países exploran las ideas de reabrir sus economías sujeto a la entrega de “pasaportes” a aquellos que se han recuperado de la enfermedad, y por lo tanto se presume están inmunes a la enfermedad.
Por su lado, la consultora McKinsey propone una metodología en donde se establezca el estado de preparación de apertura económica, basado en dos criterios básicos: (i) el nivel de contagio y (ii) el nivel de preparación del sistema de sanidad. El primer criterio observa la curva e indicadores como nuevos casos y hospitalizaciones. El segundo criterio observa la cantidad de elementos disponibles para la detección y manejo de nuevos casos.
Algunos elementos que pueden contemplarse son: capacidad disponible de unidades de ciudades intensivos, disponibilidad de tests de detección, sistemas para promover aislamientos voluntarios y obligatorios, médicos y camas hospitalarias disponibles, y educación e información médica y científica de calidad disponible para la población.
La interacción de estos dos criterios, de manera regionalizada y focalizada, puede indicar cuándo se podrían levantar algunas de las restricciones. Siempre haciendo la salvedad, que esta preparación o “readiness” podría ser un elemento dinámico y multidimensional.
Criterios para reiniciar la economía ¿cómo hacerlo?
Imaginemos que hay regiones que presentan un escenario optimo para reducir parcialmente la cuarentena. Ahí viene una pregunta clave, el cómo hacerlo.
No hay una receta única, e indudablemente los países están aprendiendo juntos a realizar estas acciones. El levantar las restricciones dependerá de esa interacción entre el nivel de contagio y la preparación del sistema. Y para esto, se debe tomar un ejercicio de apertura con cautela y por fases.
Para reiniciar debemos pensar en etapas en cuatro criterios esenciales. Primero, las aperturas a grupos poblaciones, tomando medidas diferenciadas entre aquellos de alto riesgo y los de menor riesgo. Segundo, la apertura parcial a sectores económicos, tomando en cuenta medidas focalizadas para aquellos sectores económicos esenciales y los demás. Tercero, medidas de apertura relacionadas al transporte y movilidad de personas. Y por último, medidas de apertura y restricción a la congregación, reuniones y asambleas.
Un menú complejo para ir pensando
El poder determinar el reinicio de la economía, y la vida como la conocíamos, requerirá de diversos criterios que son dinámicos y complejos. El gobierno de República Dominicana ha gestionado con gran comprensión y celeridad la actual situación.
Estos criterios dan luz de cómo ir pensando en el futuro, lo cual nunca es tarde. Pero no es temprano para pensar que este virus nos cambia como sociedad global, sí o sí. Esta complejidad es lo requiere de opiniones y decisiones pensadas y sensatas. Para hacerlo, cuando sea necesario.
Un artículo de Carlos Pared Vidal, publicado originalmente en ElDinero