El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), expresa su creciente preocupación y el bienestar de las familias dominicanas, por lo que hace un llamamiento conjunto dirigido principalmente a la comunidad política nacional y las entidades públicas y privadas a inspirarse en el ejemplo de Jesús de Nazaret, a comprometerse con el camino de la paz justa. Conscientes de que la paz es un valor central en todos los individuos, el cual debe prevalecer por encima de cualquier interés de particulares.
La cultura de paz debe empezar con el individuo y posteriormente reflejándose en la escuela y sociedad, tomando en cuenta que la familia juega un rol fundamental , como la primera institución socializadora y formadora del individuo, lo grave del caso es la principal célula de la sociedad está siendo amenazada de manera constante por el “síndrome “ de la violencia en sus diferentes órdenes, esta “epidemia “, es a su vez un instrumento para mantener la discriminación, desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, siendo los hijos las victimas primarias.
Estamos llamados a fortalecer de manera constante los agentes de socialización, como la familia, particularmente los padres, la escuela, las instituciones eclesiásticas, culturales, clubes deportivos y la sociedad civil en sentido general y apoyar a los medios de comunicación a cumplir con la función preponderante de promover el valor de la vida, los buenos valores, la disciplina, la actitud y la conducta, como pilares fundamentales del carácter del individuo y constituyen reglas de convivencia y comportamiento pacifico.
La ejecución de una “Cultura de Paz”, se cultiva también creando “economías de vida”, las cuales se basan esencialmente en relaciones socioeconómicas equitativas, el respeto de los derechos de los trabajadores, el reparto justo y el uso sostenible de los recursos naturales, alimentos saludables y asequibles para toda la población, y una amplia participación en la toma de decisiones económicas.
A pesar de que informes de organismos internacionales indican que en la República Dominicana los niveles de hambre y pobreza han disminuido de forma consistente en los últimos años y que la pobreza nacional se ha reducido considerablemente; todavía persisten importantes desafíos, como son las desigualdades territoriales y zonas rurales que mantienen niveles de pobreza superiores a la media nacional.
Próximas elecciones
El CODUE entiende que necesitamos de manera urgente promover la paz y el espíritu de colaboración y entendimiento entre los votantes que participarán en las próximas elecciones municipales para el próximo 16 de febrero; proceso que es vital para la democracia de la República Dominicana , por lo que debe predominar un auténtico ejercicio democrático como resultado de en un Estado de derecho donde debe predominar el imperio de la ley por encima de las “apetencias y deseos egoístas de muchos.
CODUE, entiende que el interés de la comunidad evangélica es que todo se lleve a cabo de la mejor manera y que los resultados sean cuales fueren puedan ser aceptados por todos los actores del proceso como un triunfo para la democracia y la madurez del pueblo dominicano.
Apoyo a la Junta Central Electoral
Como lo hemos reiterado en otras ocasiones, el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), reitera su apoyo al trabajo que hasta el momento viene desempeñando la Junta Central Electoral, máximo organismo que tiene el compromiso de la organización de los comicios, el cual merece el respaldo moral y espiritual en todo el sentido de la palabra de todos los dominicanos y las dominicanas, que saldrán con entusiasmo y deber cívico a votar por los candidatos más idóneos que el país necesitan.
Votar por valores y no por colores
Antes de ejercer sus deberes cívicos y el voto electoral, la población debe conocer y evaluar bien los candidatos y qué harían antes de llegar al gobierno, quiénes conforman el liderazgo de la nación, ya que el gobernante está llamado a ser un ministro servidor, y tiene una delegación temporal de parte de Dios y la constitución, y como tal, tendrá que rendir cuentas ante el tribunal y a la sociedad por su desempeño; por tanto entendemos que hay que votar por candidatos con valores, que tengan propuestas reales, con programas aplicados a la realidad actual y que estos respondan a los verdaderos intereses de la población que está cansada de promesas vacías e irreales alejadas de la verdad.
Nuestro mayor deseo que las nuevas autoridades electas trabajen a favor de la familia, como institución principal para preservación de una sociedad caracterizada por la corrupción, la violencia, el engaño, la falta de oportunidades para la juventud, la niñez, los ancianos; donde se pierden las esperanzas en las instituciones llamadas a preservar el orden, y la justicia.
Consideraciones y preocupaciones
Para el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) la promoción, el conocimiento, y el trabajo para establecer una “Cultura de Paz”, en la sociedad dominicana debe ser un compromiso de gobernantes y gobernados para poder para el fortalecimiento de las relaciones entre los seres humanos, la convivencia y la vida en sociedad.
Por tanto, es menester que las iglesias no importando su denominación, confesión de fe, puedan elevar oraciones al Todopoderoso a fin de que su gracia, amor, y sabiduría estén presentes en cada uno de los ciudadanos de la nación y así podamos juntos:
1.-Orar al Señor Jesucristo para que todo resulte bien y en armonía el próximo 16 de febrero como un compromiso social y político que deben asumir en las actuales circunstancias.
Las elecciones constituyen el principal acto democrático mediante el cual el ciudadano puede elegir a las autoridades que gobernarán el país en los próximos cuatro años. Invitamos a la comunidad evangélica integrarse de manera masiva y total a votar.
2.-Reiteramos el ejercicio del voto consciente, votando por aquellos candidatos que hayan demostrado en su ejercicio político estar de acuerdo con los valores, principalmente con el derecho a la vida desde la concepción, con el matrimonio diseñado por Dios (entre un hombre y una mujer), la defensa de la soberanía y la identidad nacional y el rechazo a la corrupción en todas sus formas.
3.-Exhortamos a la ciudadanía a no ser víctima del clientelismo político y la compra y venta de consciencias mediante intercambios monetarios y dádivas asistencialistas fruto de la campaña electoral. Es tiempo de que el ciudadano dominicano comprenda la necesidad de adecentar y mejorar el ejercicio político y elegir aquellos que realmente tengan interés en el bien común de la nación.
4.-Oramos y hacemos todo lo necesario para que el proceso electoral se lleve a cabo de manera pacífica y de respeto a la dignidad de las personas. La paz y tranquilidad de la nación debe ser garantizada por todos los actores del proceso, por parte de las autoridades, Y los partidos políticos que actúan en el proceso electoral.
5.-Demandamos de la Junta Central Electoral, tomar todas las medidas necesarias a fin de que el ejercicio del sufragio y los resultados de su escrutinio, tengan la mayor transparencia posible. Exhortamos a la feligresía orar por el presidente y los demás miembros de la JCE para que Dios los ilumine y tomen las mejores decisiones.
6.-Esperamos que los resultados electorales definitivos sean acogidos y aceptados por todos los candidatos del proceso luego de un escrutinio con todas las garantías necesarias, ofrecido por la Junta Central Electoral. En caso de inconformidades estas deben ser canalizadas de manera adecuada y de acuerdo a la Ley Electoral.
7.-Por último, es necesario evitar los revanchismos políticos una vez pase el torneo electoral. Recordamos que el país es de todos y que el interés primario es elegir lo mejor posible para su desarrollo. Ejercitemos el derecho al voto con pleno conocimiento de que se trata de una obligación moral y patriótica. La paz justa es un viaje al propósito de Dios para la humanidad y para toda la Creación, confiando en que Dios “encaminara nuestros pies por camino de paz” (Lucas 1:79). En esta tierra de buena voluntad para con todos. El ‘imperio de la ley’ es un marco de importancia fundamental para todos estos esfuerzos.