Con motivo a celebrarse este 16 de octubre el Día Mundial de la Alimentación, el Consejo Interreligioso para la Seguridad Alimentaria y Nutricional (CISAN), conformado por la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), la Iglesia Episcopal Dominicana (IED) y el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), hace un llamado a todas comunidades religiosas, al Estado Dominicano, al empresariado, a los partidos y líderes políticos, y a la sociedad civil para asumir en el país la seguridad alimentaria como un derecho fundamental vinculado al desarrollo humano, tal como lo establece nuestra Constitución Dominicana en sus artículos 54 y 61.
Agregan que en el entendido de que el país tiene una tasa de pobreza extrema que se sitúa entre el 5% y el 10 %, que por derecho debe tener la oportunidad de consumir alimentos sanos y nutritivos en cantidad y calidad adecuadas, al igual que acceder a servicios básicos (agua potable, energía eléctrica, saneamiento ambiental y atención de salud), el CISAN considera que combatir el hambre en nuestro país es un desafío urgente para todos, que clama por la caridad, solidaridad y justicia. De nada sirven los indicadores nacionales si no estamos en la disposición final de asumir ese desafío.
Por tanto, llaman a la reflexión y a la acción para emprender y articular iniciativas locales y nacionales para fomentar acciones dirigidas a la erradicación de la malnutrición y eliminación de enfermedades generadas por la falta o exceso de alimentación, impulsando y dándole vida a la Ley 589-16 sobre Soberanía, Seguridad Alimentaria y Nutricional en la República Dominicana, en concordancia con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (ODS2) #HambreCero que viene trabajando el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) y otros organismos nacionales e internacionales. Los pobres esperan una ayuda efectiva que les saque de su condición de miseria, no simples propósitos, o convenios que den como fruto únicamente solemnes eventos, compromisos que nunca llegan a materializarse o simplemente quedan en portadas de prensa.
Por tanto, tomando en cuenta el actual periodo electoral, hacen un llamado a todas las partes a que adopten los principios incluidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular con el ODS2 – Hambre Cero, que tiene como meta alcanzar la erradicación del hambre para el 2030.
El CISAN desea llevar a la conciencia de todas las personas de bien, el ser proactivos escuchando el mandato de Jesús de Nazaret: “denles de comer” (Lucas 9,13). En consecuencia, no podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras existan hermanos que padecen hambre. “Cambiemos el presente y el futuro de éstos con nuestras acciones”.