Desde el agosto de 2018, Jesús Pascual Cabrera y un grupo de involucrados, acusados todos por el Ministerio Público de narcotráfico, lavado de activos, asociación de malhechores y sicariato permanecen en prisión sin que un juez de la Oficina de Atención Permanente le imponga una medida de coerción para pasar al siguiente paso del proceso judicial.
La Procuraduría General de la República ha explicado que en el caso de Jesús Pascual Cabrera Ruiz no se ha podido conocer medidas de coerción por las tácticas dilatorias utilizadas por los abogados de los imputados.
Detalló en una ocasión, que desde la solicitud de medidas de coerción en agosto del pasado año, han sido celebradas quince audiencias durante las cuales los abogados de la defensa han presentado innumerables incidentes, entre ellos seis recusaciones a jueces y una al Ministerio Público, tres inhibiciones, solicitud de desglose, además de haber interpuesto acciones constitucional de habeas corpus, y recurso de apelación, entre otras tácticas dilatorias, todas con el propósito de detener el proceso.
Pascual Cabrera y algunos de los imputados han invocado su inocencia cuando son cuestionados por los reporteros. Son acusados de al menos 5 asesinatos, en su mayoría relacionados con el narcotráfico.
Además de Cabrera Ruiz, figuran en la acusación Juan Ángel Peña Tavárez, Alexander Florián Mejía (Rafita), David Enmanuel Silvestre Sierra (Chuplún), la venezolana Edelyz Josney Relledo Vásquez, Víctor Manuel Sentili José y Alba Josefina Cruz Berroa (Albita).
También, Juan Tomás Richiez, José Enmanuel Nina Rosario (Alexis), Jhoan Manuel Jiménez, Kendry José Ramírez (CDI), Argenis Antonio Cedeño Berroa, DJ Ángelo (preso por otro caso), Junior González (Puñeta) y Juan Carlos Bernardo (el Mecánico).
Respecto a Robelin Peña Guerrero (Robelin), este fue abatido a tiros mientras estaba prófugo.