Danilo Medina, presidente de República Dominicana y recientemente reelecto para un segundo mandato, es quien goza de mayor nivel de aprobación entre sus ciudadanos. Él recibe un 73% de respaldo, el cual se vio reflejado en el apoyo recibido en las urnas el pasado 15 de mayo. Esto según la evaluación presidencial hecha por CID – Gallup Latinoamérica.
Le sigue en segundo lugar Daniel Ortega, quien también en busca de la reelección, parece hoy que no tendrá inconveniente para continuar al mando de la nación centroamericana en las elecciones que se efectuarán el próximo noviembre. El grupo de los presidentes bien evaluados lo completan los líderes Evo Morales de Bolivia, Jimmy Morales de Guatemala y el hondureño Juan Orlando Hernández, todos con más de la mitad de sus conciudadanos aprobando las labores que realizan. Lo anterior, de acuerdo a los estudios realizados por la firma CID Gallup Latinoamérica en la región, así como otras firmas consultoras durante este mes de mayo del 2016.
En un segundo grupo se encuentran aquellos mandatarios que, aunque hoy están con más opiniones negativas que positivas, aún cuentan con un respaldo que les permitiría con buen manejo de comunicación y buenas propuestas, revertir sus evaluaciones en lo que les resta de su período administrativo. Entre ellos Mauricio Macri, en Argentina, con un 40% de aprobación o Salvador Sánchez Cerén quien hoy recibe la aprobación del 33% de los ciudadanos y quien, con sus recientes acciones en el campo de la lucha contra la delincuencia, ha logrado revertir la tendencia negativa que se vivía en el país.
Contrario a los antes expuestos, el mandatario que recibe la peor evaluación de la opinión pública es Ollanta Humala en Perú, próximo a terminar su mandato y a la espera de quien será su sucesor. Junto a él, se encuentra la recientemente depuesta de su cargo, Dilma Rousseff en Brasil, quien en las últimas semanas de su gestión era calificada positivamente por solo uno de cada cinco brasileños (18%). Nicolás Maduro en Venezuela, en una constante lucha con el Congreso de su país, tampoco tiene el respaldo de la gente y son cuatro de cada cinco venezolanos quienes le señalan negativamente.