De acuerdo con el expediente de la Operación Búfalo NK, las autoridades revelaron el papel crucial de Rafael Ynoa Santana, alias “Felo”, en la financiación de una red internacional de narcotráfico liderada por Juan Carlos López Macías, alias “Sobrino” o “El Grande”.
Según el informe de la Dirección General de Persecución del Ministerio Público y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Ynoa Santana coordinaba el envío de grandes sumas de dinero desde República Dominicana a Colombia para financiar el transporte de estupefacientes.
El dinero, procedente del narcotráfico, era enviado a través de casas de cambio ubicadas en Bogotá y Medellín. Una vez en Colombia, era reclamado por un colaborador de López Macías, identificado como Mauricio, alias “Flafla”, quien se encargaba de recoger los fondos y entregarlos a la organización.
Este dinero era transportado en vehículos equipados con compartimentos ocultos, conocidos como “caletas”, para evitar ser detectados por las autoridades en los puestos de control.
Los fondos recibidos por López Macías eran distribuidos entre varios colaboradores, conocidos por sus alias, como “Carro Azul”, “Omar”, “Morgan”, “Sebastián”, “Comando”, entre otros. Este dinero permitía financiar las operaciones necesarias para la adquisición y transporte de la droga, que era enviada desde la Alta Guajira, Colombia, hacia República Dominicana y Puerto Rico, utilizando lanchas rápidas y barcos pesqueros.
Además, la investigación reveló otra modalidad delictiva implementada por López Macías: la contaminación de contenedores para enviar estupefacientes hacia Holanda, utilizando puertos estratégicos en Santa Marta y Barranquilla.
Este complejo esquema de narcotráfico y lavado de activos fue finalmente desarticulado en junio de 2022, con la captura de Juan Carlos López Macías, alias “Sobrino” o “El Grande”, gracias a la colaboración de las autoridades colombianas y la DEA.